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domingo, noviembre 20, 2011

GRITO ABANDONADO

Una arpía de vuelta…
¿Alguna vez cayeron en su propio complot? – pues alguien por ahí, sí cayó – siniestramente con el que menos pensaba.
Chicas, alguna vez comenté que por nada del mundo se metieran con el susodicho de la prójima – pues ahora – siento decir que no siempre podemos cumplir eso... están tooodas perdonadas (tengo que salvar a alguien). Y pues, cuando gusten llámenme con los calificativos que se les venga a la mente, por defender lo que no deberíamos hacer...
Haber, lo que se viene pasó hace mucho… y no no, no fui exactamente yo, nooo – me lo contó una amiga – sólo que narro esto en primera persona ;)
Aunque se trató solo de una noche – noche que por cierto, estaba con la depre, pues alguien me hecho de su vida de manera significante (por no decir dolorosamente trágica) – igual resultó siendo mi peor calamidad. Se los juro, nunca quise que pasara, pero él se pintaba de tierno y comprensible.
Veamos, todo empezó con las ganas de tener a alguien que me escuche – estaba muy triste porque acababa de decir “adiós” a alguien que significa tantito en mí – él me ofreció su hombro sin “esperar algo a cambio” – terminamos juntándonos después de nuestros respectivos trabajos, llegamos a vernos y todo empezó con una taza de café (bueno ok, inocentísima no soy, sabía en lo que me estaba metiendo)
Después de muchos bla bla bla y echarnos unas miradas de “que buena (o) estás” – porque claro, el “adiós” me dejó super valorada – nos acercamos más, nos mirábamos más y deseábamos que uno empiece algún trato cariñoso, esta vez él empezó (haciéndose el niño). Terminamos abrazándonos y finalmente besándonos. No podía evitar tener que pensar en diferencias (con respecto al susodicho del post anterior) – no podía evitar sentirme estúpida al dejarme besar por alguien que no me despertaba algún deseo – era totalmente una tontería seguir ahí.
Terminé saliendo del lugar con miles de preguntas en mente, con señales de humo a alguien para auxiliarme – pero sobretodo con gritos desesperados a ese susodicho para que disolviera todo lo que me había dicho antes – no quería seguir viendo otro rostro, sintiendo otros labios… sus manos no eran las mismas, sus besos no eran igual – finalmente nada parecía mío, no podía dejar de compararlos.
Pues sí chicas, metí las cuatro y bien metidas, me equivoqué al buscar un buen clavo que saque a este tornillo que tengo en mente… no funciona, al final te das cuenta que nada funciona así- que aunque la persona que quieres esté feliz, con otra, con muchas o simplemente ni se quiera acordar de ti – tú no puedes, es más, deberías evitar equivocarte. Ese clavo que yo acepté esa noche, me sale caro… pues no puedo evitar verlo y ver junto a él, algunos recuerdos que juegan en mi mente con una sola pregunta - ¿Cómo pudiste? ¿Qué te pasó?
Estoy sola nuevamente, la magia duró tan poquito – si se dan cuenta a pasado poco tiempo desde que declara mediante post’s lo feliz que estaba al sentirme cerquita a ese susodicho… y ahora estoy nuevamente contándoles mis penas de amor – esta vez creo que será por un buen tiempo.
La arpía regresa, así que ya saben – nada de buscar clavos para que desclaven a otro.
Pero eso sí, nada de sentirse mal por lo que les pasa – son cosillas que al final se quedan entre los que la reciben – si alguien les dijo “adiós”, ¡ánimo! No saben que tan pronto ese susodicho se dará cuenta de lo que está perdiendo y terminará aceptando su necesidad de tenerlas.
En un post les recomendé “con una mano extendida para recibir a alguien y en la otra un buen sable para defensa personal” – sigo agregando eso, creo que yo bajé la guardia por un momento y eso me costó una tristeza – pero nunca es tarde para cortárselas de raíz y dejar el dolor de lado.
Llegó el momento de dejarlos pasar – esos susodichos no merecen que estemos lamentándonos su partida - ¡jamás!
P.D. No niego que no fue la mejor manera de “sentirme deseada” – pero que va, no estaba nada mal - al final... esto es lo que piensa ella...


jueves, octubre 27, 2011

PROHIBIDO CAER EN TENTACIÓN



Hasta que alguien cayó…



¿A quién no le atrae lo prohibido? – Si alguien en este momento al leer esta pregunta abre la boca y da un grito al cielo y dice “No, como crees, jamás” – pues déjenme decirles que son unos y unas “mentirosos y mentirosas, viles cínicos”. Bueno pues, yo decía lo mismo que algunos de ustedes; “No, ni hablar, jamás, cómo crees, naaaa, depende no no es broma, buaaa ni que fuera loca, para qué pues”… y tantas excusas, mientras por dentro; “Mmmm pensándolo bien, ¿por qué no?, puede ser, etc etc etc.

Desde pequeños ya jugamos a tentar lo prohibido; “No metas las manos ahí, no toques nada de eso hasta más tarde, no vayas a ese lugar es peligroso, etc etc” – en la adolescencia empezamos a jugar con coquetear y hacerle ojitos al chico que nos gusta, sabiendo que éste tiene enamorada… y así empezamos a descubrir muchas prohibiciones que se tornan cada vez más intensas y desafiantes…

Haber, veamos un poco lo científico;
Va más al resultado que al acto de realizar lo prohibido, es la sensación que deja haber tentado ser descubierto haciendo algo que está prohibido, es lo que los expertos denominan "miedo consciente", que no es doloroso como el que experimentamos ante una amenaza externa, sino que es un temor gratificante.

El psicólogo inglés Michael Belint, que afirma que la diversión del "lado oscuro" aparece porque somos responsables de esa atracción y la podemos controlar. Sin embargo, no todo el mundo vive con igual fuerza el deseo de lo prohibido, debido a que hay factores ambientales y genéticos que lo modulan. Por ejemplo, el bioquímico Dean Hamer, del Centro Nacional del Cáncer estadounidense, ha detectado una conexión entre el coraje y el gen D4DR (tiene algún efecto sobre cómo el cerebro reacciona ante la dopamina, lo que, influiría en la respuesta del individuo ante las experiencias).. Los portadores de una versión concreta de éste muestran mayor inclinación por el riesgo y lo prohibido.

Entonces, ya sabemos lo que nos hace falta a veces (el gen D4DR), es gracioso pero muchas veces terminamos tomando tan en serio lo manejable que puede ser lo prohibido para nosotros- pero si vamos a lo prohibido con alguien que en el pecho tiene “NO ES PARA TI, RETIRATEEEE”- entonces, lo que nos llama la atención sería que es algo restringido, el verlo como algo inaccesible - es lo que lo hace mas interesante, pues pasa a ser un desafío para una mujer - el hecho de conquistarlo y de conseguir eso que quiere pero que se supone - no podrá tener. Se ven como hombres experimentados y eso genera adrenalina, intriga, el verlos seguros de lo que tienen y de lo que hacen.


Pues bien, eso de sentir atracción por lo prohibido viene desde muchos años atrás… desde Adán y Eva (para los que creemos) – Todo lindo, un paraíso, animales mansitos, plantitas de todo color… todo, absolutamente todo perfecto para dos humanos – pero acá va la cuestión… Sí, tenía que ser Eva (sorry chicas, pero así fue) la que por cuestiones de mujercitas “dejó a Adán (este andaba en otras, como siempre)” y fue a “distraer sus ojitos” y “¡oh, sorpresa! Una rica frutita, que raro no la había visto antes probaré que tal” Acaso, ¿le hacía falta a Evita, realizar ese mordisco?… en fin, eso hubiera pasado con cualquiera de los humanos de hoy, como protagonistas…Todos la habrían fregado, porque ese gusto y curiosidad por lo prohibido, por desgracia, es parte de nuestra naturaleza.

Muchas cosas prohibidas, parece que se hacen y se viven más intensamente. Lo prohibido siempre es tentador, eleva nuestros niveles de adrenalina y hace que vivamos ese momento con más entusiasmo, emoción, sensaciones distintas… y nos encontramos con ese gusto más especial de sentirnos descubiertos…

Haber, aquí algunas opiniones:


Una más...
Me invitaron a pasar un reto, estaba sorprendida por algunas actitudes (no es normal que alguien que acabas de conocer – comprometido, seductor – se te lance desde el primer momento que te vió)… pero se veía encantador lo que se proponía venir. Primero lo dudé, no tenía porque ceder a algo que para mí, eran simples tonterías… pero el contacto continuo con esa persona, me hizo cambiar de opinión… el sólo verlo frente a mi (sediendo a mis caprichos), con tanta frescura al “¿y si nos encuentran?” – estimula más tu mente y sólo puedes ver a alguien que espera tu mejor reacción… es excitante. – No, no fuí yo...
Pero, ¿sentiríamos la misma atracción si hubiéramos conocido a esas personas en circunstancias totalmente distintas? – O simplemente, después de conseguido el mordisquito a la manzanita… ¿se nos apetecerá otro gustito?

P.D. Para ti, todo lo escrito es pura coincidencia… tú para mi, eres lo prohibido y lo normado. (Asuuuuuu eso si que me salió) – Pero igual, si quieres contar tu experiencia con lo prohibido, opina no más… luego te cae. =D

GRACIAS CHICOS POR SU PARTICIPACION EN MI MURO-FACEBOOK… SON LO MAXIMO!!!!!!

¡¡¡¡¡ EVITEMOS EL GUSTO POR LO PROHIBIDO !!!!!


viernes, octubre 14, 2011

EL AMOR QUE PERDIMOS



…realmente lo perdimos? ¡No reciclemos!




“Mi corazón es delicado tiene que estar muy bien cuidado trátalo bien si lo has robado cuídame, quiéreme, bésame...
Y lo cantamos otra vez, rogando al santito que nos cumpla el deseo de no volver a sufrir – ¿a quién no le robaron el corazón para luego tratarlo como un trapito sucio y jugar con este misma pelotita de baseball? – el que lo niega… es un desalmado jugador, porque la hizo pero no se la hicieron… eso es pecar de degraciao’

Pero cuando entonces, encuentras a alguien que pretende tener tu corazoncito en una cajita de vidrio, bien cuidadito, limpiecito y amarlo como una joya en extinción (es mejor joya que animal) – entonces sonríes sin parar y no dejas de desbordar felicidad por donde vayas…
Llega el momento en que no puedes ocultarlo más y vives la felicidad como se debe, son el uno para el otro, uña y mugre, Pinky y Cerebro, Gárgame y su gato, etc etc… Obvio que no dejan de tener problemitas, problemas, problemooones… pero ahí estas tú o él para dejar el orgullo y acercarte con lo mejor que tienes para convencer que pueden seguir adelante.


Érase una vez (hace unos 2 años en la historia), una chica (guapísima por cierto) que sólo tenía ojos para un chico (buenísimo por cierto) y estaba dispuesta a que este fuera el amor de su vida por la eternidad… y realmente así se demostraba – simplemente estos chicos se amaban – pero pronto esta chica tuvo que luchar con la distancia…
Aquella chica, perdió la confianza en seguir con alguien que no podía ver, sentir, besar… se sentía débil de luchar por alguien que seguramente (en sus pensamientos) no pensaba en seguir luchando – entonces, terminó la historia – no no, no es mi historia, como creen.

En la actualidad, esa chica estaba muy tranquila. No saben, había aceptado que no se iba a tomar la molestia de buscar a alguien que pudiera cuidar su corazón como aquel de la historia… pero entonces, alguien volvió.

Splash!! Aquella chica se vio envuelta en una telenovela otra vez…

Díganme algo, ¿Te puedes volver a enamorar de tu ex? – Eso preguntó aquella chica una de estas noches – Yo, no lo creo… son demasiados pasados ocultos los que no lo permitirían.

Sería reciclar y continuar algo que, por cosas de la vida se perdió en la histórica lista de idas y venidas de amores eternos.
Lo “Remembers” no siempre funcionan – ojo! Nótese que estoy dejando a la minoría feliz con sus “remembres” – pero es así, no funcionan, no puedes ser feliz recordando “Lo que pasaron juntos… pues lo pasaron cuando los dos tenían años de madurez diferencial”. Sin contar las idas y venidas que ambos pasaron con otras personas…


Aquella noche, mientras me abrazabas pude sentir tu corazón… no tenía los mismos latidos de aquel momento que nos abrazamos por primera vez – esos latidos ya no eran míos – y aunque tus palabras exigían creerlas, puedo decir que aquella noche… tú, ya no eras el mismo, aquel que con palabras entrecortadas me pedía que estuviera con él.
Tu sonrisa, esa que me gustó mientras peleábamos por quien es mejor en el trabajo (si el supervisor o la supervisada extranjera) ya no era la misma… estábamos en el mismo lugar ahora y ese lugar cambiaba la visión de lo que habíamos vivido… mientras me mirabas fijamente no pude evitar retirar mi mirada. Ya no te pertenecía... es decir, aquella noche tú y yo estábamos felices de encontrarnos, intentarlo, sentir que “se puede” – pero no podemos evitar decir que “sonreímos hasta morir con el encuentro que tuvimos”.

Ashhh! Y los besos – uff! Esos besos ya no son los intensos que puedes ofrecer, tu mente ya no está preparada para recordarlos y sentirlos igual… ya no te sale.

Ya saben mis caseritos y caseritas, el amor recicladito no existe – o es nuevo o no es – pues tal ves no puedan manejar los recuerdos y ellos terminen ahogándote en el mar de las desconfianzas, luchas, terminadas, regresadas y hasta en la misma costumbre. No podemos evitar que algo lindo se vaya… es humano sentirse triste por lo que dejas ir, teniendo y queriendo una oportunidad para regresarlo a ti, para vivirlo otra vez.

La vida no siempre es como una telenovela mexicana, donde la susodicha es feliz con el susodicho – y por cosas de la vida terminan, se dicen la vida, se engañan, se aman a escondidas, se odian, se sacan pica con otra(o), se celan, se encuentran, se calman – y al final, terminan regresando, dándose una “oportunidad” para lograr el objetivo inicial “estar juntos y felices por siempre” (Administrativamente sería una, retroalimentación) – No resulta… el amor herido, dejado, rechazado… nunca resistirá tantos estirones.


Mi noche fue linda – bueno sí, esta vez sí soy yo – una despedida que no debió decirse;

André: (mientras sonreía) No hubo remember, como dicen ellos, pero yo regresaré con una sonrisa intensa – ya sé que en el pasado, aunque lo negaste… te conquisté.

Yo: (mientras miraba su rostro tierno y lo abrazaba) ¿Sabes? – fue el mejor partido.

André: jajajajaja – picona (mientras correspondía a mi abrazo y todos gritaban; “beso beso beso”)

Yo: (mientras miraba fijamente esos ojos claros, lindotes) Te quiero… porque eres la persona que cambió mi tristeza en alegrías en aquel lugar donde menos pensé encontrarte.

André: huy! Empezamos con las declaraciones… jajajaja – también “te- qui- e- roo… porque eres la mujer que cambió en 4 meses mi perspectiva del amor. Pero bueno, amiga mía, es el momento en que tú me tienes que robar un beso… yo lo hice cuando nos conocimos

Yo: Ni loca… ya no, mejor dejemos que todo termine acá.

André: No, yo te espero allá…

Esa noche supe que no puedes reciclar un amor, pero puedes devolver la amistad a alguien que empezó siendo eso… amistad.
Pero bueno, esas cosas románticas se van cuando pienso que todo es mejor cuando no tienes a alguien que te supere o iguale en ideas, en emociones, en sentimientos… en palabras.

P.D. ¿Recuerdan que les conté de alguien que me interesaba y se fue? – pues bien, se fue…estoy triste por eso – pero no hay nada como las buenas vibras de las personas que te quieren – además, “estoy más buena que el pancito francés caliente… jajajaajaja”, en serio… pero él está volviendo, y esta vez me lo agarro y no lo dejo ir. Veamos que pasa…

Para ti, si vas a volver, hazlo ya… jum!

lunes, octubre 10, 2011

MUJERES JODIDAS Vs HOMBRES SANTITOS



Las malas del cuento… ¿Seremos nosotras?     

Ha pasado de generación en generación, siempre escucharemos aconsejar – hasta a nuestros pequeños hijos – no dejes, nunca, que una niña te maltrate. Ellas son malas, no te acerques – en pocas palabras, siempre hemos sido tratadas como las malas del cuento – sí, las malas, las alteradas, emotivas, etc. 
Entre otros cuentos populares... es que los hombres sólo piensan en sexo y que nosotras o no paramos de hablar o estamos “locas, alteradas, mal” por falta de lo que a ellos les sobra.
Ok, está comprobado que nosotras hablamos más que ellos – bueno, a nuestro favor diría que eso se debe a que nosotras no sufrimos de conformación cerebral - ¿Qué tal?
No es un misterio que nosotras somos más emocionales que los susodichos, pues como ellos lo saben, tras nuestro género se extienden muchas sub raíces – como tener la suficiente ternura para criar un ser por 9 meses, sonreír a toda costa para demostrar fuerza, moquear por detalles, sí importantes en nuestra y la vida de las personas que queremos – Nieguen eso.

Por otro lado, (esto no es un ataque, caseritos), los hombres tienden a ser más “callados, sencillamente rudos, etc” debido a que a lo largo de la historia han demostrado ser siempre los que cuidaban de la tribu, la familia, llevaban el alimento a los suyos, ser el defensor de su familia… tal vez eso llevó al hombre a entrenar su cerebro con la capacidad de manejar ciertos sentimientos, reprimir sus emociones – ya que no podía permitir que detalles como esos debilitaran su carácter de “macho alfa” – Pobres…
Pero así como nosotras hablamos mucho, a veces eso queda en nada cuando “algo nos pasa” y pretendemos hacer creer que “no pasa nada” – y de ese síndrome sí que sufrimos todas – aún las superadísimas.
Haber, el título de complicadas, jodidas… que nos ponen ellos, es justamente por este detalle de “no pasa nada” cuando realmente “nos pasa de todo” y tienen que ser ellos a consecuencia de nuestro silencio, los que tienen que pasar tantos minutos preguntándonos lo mismo para recién animarnos a responder – Y ¡Ufff! Qué respuesta, para nominarnos a la mejor actriz gritona, con mejor argumento, más emotiva, etc – nadie como nosotras.
Entonces, pondremos un poquitico más de equilibrio en este asuntito – haber caseritos, si ustedes fueran un poco más;
Cautelosos con lo que hacen, dicen, no hacen, proponen, distinguen – y si a todo eso agregamos que fueran más comunicativos y con mejor percepción – No, no serían mujeres, serían buenos chicos, novios, amigos – se darían cuenta por una vez en su vida, que nosotras no somos complicadas, simplemente necesitamos más comprensión.
Pues siempre hemos sido llamadas injustamente las “locas, humanos anormales (porque los humanos normales no se fastidian por nada y si lo hacen lo harán caleta), las fastidiosas… debido a algunas de estas causas: el premestrual, la regla, la depre, falta de hombre o perro que nos ladre, hasta menopausia precoz, entre otras tonterías.
Ahora vayamos a ver el otro lado de la moneda, el por qué de los malos ratos, alteraciones  de ellos… debe estar estresado, la chamba, tendrá algún problema, está enfermo – que tal diferencia, ¿No?
Y a nadie se le ocurre decir, le falta sexo, su novia le engañó o abandonó, incontinencia, y no le funciona.
A mí la regla me pone de malas, me deprime, me guarda en mi cuarto con un “hasta próximo aviso”, tengo algunos raros antojos, prefiero estar en mi cama a salir con alguien… pero para nada del mundo salto sobre algún susodicho y quiero asesinarlo o amenazo con cortárselas si no me entiende.
Eso sí... conozco a chicos que son más atorrantes que “gárgame, con los pitufos”… siempre se quejan de sus ex (por algo son sus ex, porque quien aguataría), ellas tenían la culpa de todo. Otro que era más anormal, se pasaba las horas contándome sus pesares amorosos, quejas de cómo era “ella”… cuando el problema era él, porque no había empezado a superar sus miedos, molestias y quería cambiar a alguien – Por favor, no jodan pues. . .

Al final, no importa el género, todos tenemos problemas, malos ratos, pesares, a todos nos hace falta de un momento a otro algo de cariño, entrega, besos intensos… conozco a alguien que me confesó que ellos siempre necesitan cariño, quería sentirse necesitado… (en ese momento me lancé y le otorgué un buen beso) – entonces mis queridas caseritas, no podemos evitar ser de vez en cuando como ellos y estos de vez en cuando ser como nosotras…
Jodidas o no, santitos o no… siempre serán seres humanos que deseen sentir intensamente – comportarse como niños para recibir más que una simple caricia, fingir ser sordos para escuchar repetidas veces “me gustas, te quiero” (hasta que no gritemos y los dejemos alborotados por tal grito, no nos dejan en paz), entregarse por completo al cambio (cuando no están tan acostumbrados a satisfacer), perderse en la mirada de alguien, sonreír de vez en cuando por detalles sencillos o simplemente aprender a sonreír… aceptar ser mordidos muchas veces (lo hizo una vez, quien quita que no lo vuelva a ser, entonces ¿por qué nos siguen besando, si saben que seguiremos con eso?), quedarse serios por confesiones que no les gusta…
Como conclusión les dejaré dos consejos:

Para nosotras; “vivamos, no es complicado… atrevámonos, aceptemos la diferencia de géneros, pero no dejemos que eso se nos vuelva una cruz difícil de llevar – dejémonos de vainas, una cosa es el orgullo y otro el síndrome de “mujeres maravillas” – ya pues, siempre tendremos algún defecto”.

Para ellos; “procuren entendernos poquito a poquito… no se arriesguen a perdernos por no decir lo que deben en su momento – no sean tontos – y por último, no crean que se las saben todas, nosotras sabemos a quién seguir la corriente

P.D. Para ti, me resulta difícil aceptar que quiero desaparecerte, cada vez que dices cosas que me confunden y ponen de mal humor… ¡aishh! – lo arpía no se va. 

miércoles, septiembre 07, 2011

CUANDO TODO TERMINA. . .

Prepárate para lo que empieza



¿Qué pasó?. . . Quién no se ha preguntado esto – mientras sientes una presión enorme en el pecho – mientras sólo algo entra en tu mente. . . se acabó la magia.

Me pasó, y siento que una sola lágrima tengo en el ojo izquierdo, no puedo evitar sentirme triste – es humano – pero se me ocurre pensar que cada suceso tiene un ¿por qué? Aquel adiós que no quería que fuera dicho, se me va – duele, se siente terrible.

Alguien me dijo que le aburría, que estaba cansado de mi... es chistoso, pero a veces es el mejor momento para bloquear a alguien de tu mente – se siente adormecedor – hasta que sostienes una conversación de sólo 01:22 min. Me siento acusada de estresante, acosadora, fastidiosa – pero, ¿desde cuándo le molesta mis llamadas? – la respuesta sería, desde que no encuentro forma de conectarme mejor con él. Han pasado dos semanas desde que me dijo “adiós”, literalmente he sabido manejarlo (tengo un trabajo absorbente y a eso se debe mi falta de recuerdo sobre ese evento). No sé si estoy en lo cierto, pero sé que me recuerda, sé que no podrá olvidar cada detalle que en pocos días se volvieron sumamente nuestros, no voy a recordarle lo que sé que no olvida – pues sabe que fui su cambio así como él para mí fue mi mejor momento.

Estoy empezando a aceptar mi renuncia a algo que no iba a más… Ufff! Si supiera como dejar de lado el pequeño dolorcito que provoca sentirse golpeada.

Pero haber, dejemos algo claro… estos susodichos son unos “marcianos” – ok, admito que a veces no soy tan clara como debería – pero, ellos son tan poco soportables que sus palabras suenan a amenazas de muerte sentimental, eso pasa.

Que dilema... es cuando pienso en lo que es dejar ir a esa persona o que te dejen ir – pues eso también involucra dejar ir muchos de esos acontecimientos que te hicieron feliz, tu manera de no sonreír, tus llamadas tiernas y “relajantes”, la primera vez que experimente tantas sensaciones juntas, tu auto estacionado en cada lugar preciso y posible para poder besarme, el momento en que dejaste que te besara con dulzura y terminar mordiéndote sólo con el propósito de que hicieras lo mismo, mis besos mientras manejabas, nuestra casi multa policial, tus abrazos sorpresa mientras me explicabas por qué los polis que pasaban frente a nosotros no nos pedían que nos estacionemos. Yaaaa, algunos de los detalles que puedo describir, los demás temerosamente se quedarán en la mente. Entonces, de ahí parte lo duro que es cuando dices o te dicen; “Adiós, no quiero que me llames más” “Bye, me aburres, estoy cansado de ti” o simplemente “Adióóóóóóóóóóós” – pues no sólo se fue la persona que quieres o te gusta, se va lo que con él viviste y se queda sólo lo tuyo… lo que puedes guardar o mantener pues la otra parte ya no está no existe más – No hay más “nosotros”.

Es ahí donde entra a tallar mi manera de afrontar la penita que causa ese “chau”, no me pongo como la sufrida de una telenovela mexicana, tampoco moqueando cada vez que puedo – no no no, es mala idea – simplemente me relajo, abro mi mente y pienso en lo “buena que estoy”.

Pendejadas de la vida, un día estás complaciente y hasta feliz – pero al siguiente la única lágrima se desliza por mi mejilla y me decido a dejar los recuerdos a un lado para sobrevivir. Es un trabajo forzado, tal vez, lo que empiezas a hacer – aquí das rienda suelta a tus sonrisas a medias tintas, tu perfil bajo en una conversación sobre el amor y hasta tu casi pensamiento negativo “toy sola y sin ilusiones”.

Puedo creer que en su soledad (en el poquísimo tiempo libre que tiene) piensa en mí – mientras cierra los ojos podrá sentir mis besos, mis caricias con tan poca experiencia, mi sonrisa (sencillamente intranquila y confiada), esos detalles que nos hicieron reír y aquellos que no terminaron de pasar – pero esperaban por él – lo sé y puedo afirmar que me recuerda.


En fin, si alguien quiere una explicación sobre mi sentimentalismo – esperen mi escusa antes de apedrearme – chicas superadas, sólo les diré algo “Nada ni nadie me quita lo vivido”. . . Simple.

P.D. Espero que estés bien – Li.

lunes, agosto 22, 2011

¿QUÉ QUEDA DESPUÉS DEL DESEO?


Mi cama vacía pregunta por ti…


¡Wow! Hay el deseo el deseo… quien no sintió deseos, de todo tipo – Dar y recibir, besar intensamente, moquear mientras te empujas un cafecito junto a tu amiga – y hasta de matar a alguien por su estupidez.

Todos sentimos deseo de algo, pero ¿qué hay cuando ese deseo es más grande, más íntimo?

Bueno, esto le pasa a alguien que se convirtió en un buen amigo… el hombre está viéndolas color de hormiga – pues ella, ya no quiere nada con él… ni con reglas ni sin ellas – entonces me pregunto, ¿Qué pasó? ¿Qué cambió? ¿Cuándo se cansó de lo bonito y rico que lo pasaba junto a él? – se me viene algo a la mente.

Su historia empezó con conversaciones de simples “hola que tal” a otras intensas (él se caracteriza por eso). Ambos sabían a lo que esto les llevaría, ella se adelantó en poner reglas y dejó en claro como llevarían el jueguito… él, complaciente aceptó.

El tiempo sigue, lo de hoy es mejor que ayer y lo de mañana será mejor que hoy… él, el más complaciente, atento, detallista – planeaba sus cenas románticas, buenas noches juntos, flores en la cama, velas, incienso, aromas, etc. – mejor dicho, su énfasis en pasarla bien sexualmente (sin involucrarse sentimentalmente), estaba funcionando.

Pero todas sabemos que nosotras no siempre dejamos el sentimentalismo de lado, así que esta señorita empezó a sentir más de lo que debía… a mi parecer, siempre lo sintió pero no lo aceptaba. Es aquí donde empieza el desacuerdo – después de decidir alejamiento por completo y no volver a verse – estaba contactándolo nuevamente… él sólo quería volver a saber de ella, seguir juntitos en una tarde fría… es para darle de látigos, pero que podemos hacer cuando a él ya le latía algo más – aiiisshh. . . ¡el corazón!

Fui testigo de cómo la pasaba este pobre hombre… una noche me pidió que le acompañara a un lugar – “este se me quiere lanzar, pero si nunca le di indicios de un gusto” – fue lo que pensé…

- ¿Me acompañarías esta noche?

- Mmmmm… bueno, ¿No tardaremos, no?

- No no, es cuestión de unas horitas… sólo quiero que cooperes en algo

- (AAAAAAAAAAHH!!! – fue mi grito desesperado, abusará de mi inocencia) Mmmmm… bueno (Qué fácil – me juzgarán – pero así de buena amiga soy yo)

- Paso por ti entonces

- Ok

Este amigo, es tan buena onda que no creo tenga un complot en contra mía – esas eran mis escusas – así que nos vimos y partimos al X destino (pues no sabía a dónde me llevaba)

- Entonces, ¿A dónde vamos?

- Ya verás

- ( aaaahh!! Para colmo, ¿Me secuestrará?) – mmmm – no me vas a seducir para luego pepearme y así abusar de mi inocencia, ¿No?

- Pues, ganas no me faltan (mientras me miraba), pero no, quiero que me ayudes en algo con alguien

- UUUUUUFFF!!! – respiré confortada – Aaaaaaaaaahh!! ¿Con alguien? Y ¿Desde cuándo uso pañal y tengo flechitas de amor?

- Ya pues, por favor – te contaré la historia – a cambio de tu ayuda, tendrás un tema para tu próximo post – que dices.

- Mmmm… bueno, cuéntamelo todo.

Esa noche, mientras manejaba y soportábamos algo de tráfico (raro, por la vía tan - siempre libre - que transitábamos), pude conocer al hombre triste y algo enamorado que existía detrás de aquel detallista “Casanova”.

Mientras ponía sobre mis piernas “una tarjeta, que parecía ser un control”, escribía en mi mente cada palabra que ella escucharía de mis labios.

- Dirás que eres mi prima, que antes que ella me dijera que no quiere volver a verme le compré algo, como símbolo de nuestro amor… algo que pretendía ser el fruto de nuestro amor… bla bla bla. Toma, le entregas este perrito… dile que la quiero mucho y que si ella está dispuesta a darme una oportunidad, yo quisiera estar con ella seriamente – aaaaaahhh! ¿Pe pe perro? – que perro este (pensé)

Esa noche no le favoreció en nada, ella realmente no quería verlo – después de llamarla y decir lo “mismito” que me dijo, me hizo esperar cerca a su casa, congelándome de frío y con el perrito en brazos… cuando este pedazo de hombre me recogió diciéndome que le había llamado y no quería nada de él – ya reclamaba un café calentito.

Mientras regresamos, pude ver sus ojos tristones y poca facilidad de asomar la saliva (forma de decir, “estoy a punto de moquear”, para nosotras), algo me decía que se había involucrado con la señorita más de lo sexualmente aceptable.
A mi parecer – le dije – se cansó – sí, ella empezó contigo, con reglas, con el famoso “sólo sexo y nada más”, hasta cierto tiempo… fuiste tan tonto que no te diste cuenta que ella estaba cambiando de sentimientos y que tú estabas aceptando eso.

Entonces llegó el momento en que no soportó más pensar – “él siempre me verá como su fuerte objeto de deseo (aunque tú no pienses eso) – y no quiso nada más contigo… por otro lado, al no volver a verla, sentirla – supiste que algo te pasaba – no sé si te enamoraste, pero sí sé que la quieres más allá de sólo desearla.

La conversación quedó en eso – recibió su llamada, él sólo repetía que no la quería dejar nunca – que seguiría pensando en ella, hasta que por fin aceptara no dejarlo.

Volvimos y desafortunadamente todo se volvió contra mí… pasamos por algunos de los lugares que yo había visitado con alguien... mientras los observaba desde aquel auto, que me daba la sensación de no ser mi lugar... sonreí recordando momentos, sensacionales que experimenté, besos riquísimos, palabras, sonrisas, suspiros, aferrarse a alguien mientras sientes que no puedes contenerte más, demostrando que satisfacerme era suficiente satisfacción para él… avanzábamos y dejaba atrás lo que sentí una vez.
Me preguntaba, ¿Qué queda después del deseo, del placer? - estoy viviendo una sencilla sensación de felicidad mezcla de deseo y sensación de gusto – terminaremos, ¿Mal? ¿Lastimados? ¿Confundidos? O simplemente no quedará nada… sólo sé que empezó algo y no estoy dispuesta a dejarlo pasar… estoy luchando para que poco a poco esto se convierta en algo sencillo de ver y descifrar – aún nada está dicho…

P.D. Vale el intento… “es mejor sonreír de lo que se hizo a arrepentirse de lo que no se hizo”

viernes, agosto 19, 2011

UNA MUJER Y LA DISTANCIA



Pero, si estuvieras aquí… aquí conmigo… lalalala

¿Quién no ha luchado con su YO, cuándo siente que este quiere salir corriendo y agarrar el primer avión que despegue al lugar donde están las personas que más queremos? ¿Quién no ha moqueado por horas tramando como transformar distancias en cercanías milagrosas?

Estoy sola en mi cuarto, abrigadísima – el frio es el peor enemigo de una mujer y sobre todo de las que nos gusta desaparecer por horas en la calle – pero es bueno, estoy escribiendo.

Estábamos hablando de la distancia, sobre todo lo que es para nosotras las mujercitas… son horas interminables de recuerdos, de momentos, de lágrimas… ok ok, no para todas (gritan el bando de las superadísimas) – pero para muchas eso significa tener que esperar, marcan en un calendario cada día que pasa, contar y volver a contar los meses que faltan para volver a ver a alguien… un amigo, un familiar, un padre, una madre, “a special person”

Bueno, es de ese último con el que moqueamos más… cosas de la vida.

Entonces todas las canciones que tengan que ver con distancia, amor, separación, etc. etc. etc. Se nos viene a la mente…

Recuerdo mi primera separación, estaba “enamoradísima”… vivíamos a unas cuadras uno del otro, ese era la distancia más grande que existían entre mi primer amor y yo… pero entonces entró en escena el enemigo del amor – la verdadera “distancia” – él tenía que viajar y dejarme por 3 largos meses de vacaciones… ¡como sufría!

Llegó el momento en que tenía que decirle “Adiós”… recuerdo que nos enviamos una cartita quedando el lugar donde nos veríamos “por última vez”- olvidé contarles que para ese tiempo mis padres no creían que los niños se enamoraban, así que les daría un infarto si se enteraban que tenía novio – nos vimos en un parquecito, nos abrazamos, lagrimeamos juntos, intercambiamos recuerdos (por no decir él un collar y yo un brazalete con mis iniciales – desde ya, una posesiva – ya pues, así era y ¿qué?) – entonces se fue.

Pasaron semanas interminables, escuchaba la radio con las “mejores baladas” y el corazón me dolía cada vez que escuchaba una que él coreaba – que vacilón – confirmé cuanto duele separarse de alguien que quieres.

Cuando regresó me buscó, mediante el timbre en particular de su bicicleta me hizo saltar de la sorpresa – yo, sólo volteé y la indiferencia abarcó el lugar – no había respuesta.

- Hola, ya estoy aquí
- Mmmm… ya me di cuenta, que bueno
- ¿Qué pasa?
- Nada
- Ya, dime… ¿por qué estás molesta?
- ¿Qué? ¿Por qué?... pasaron 3 meses y 3 días, me dijiste que sólo te irías 3 meses y ahora preguntas, ¿qué me pasa?

Ahora me río como nunca… ese fue la escena de recibimiento más “romántica de mi vida amorosa”

Pero aquellos tiempos, la simplicidad de la distancia no era la misma a la de ahora, los tiempos cambian, la vida amorosa de cada uno pasa por cambios, subidas y bajadas, terminaciones y comienzos, infidelidad y más… hoy la distancia se ha vuelto una palabra que rompe corazones cada día.
Ahora la distancia no se mide en “cuadras de la casa de un noviecito a la nuestra”, se miden en kilómetros por hora, en días, estaciones, veranos, inviernos, vuelos, etc. Pero por sobre todo eso también se mide en – ¿Cuán grande es el sentimiento que nos une a aquellos que están lejos? – gran realidad

Tengo una experiencia más de la distancia, esta vez no es la típica historia bonita de niños que se aman… es una experiencia de alguien muy cercana a mí, estaba con alguien al que luego de mucho tiempo de conocerlo me caía mejor, sobre todo cuando comprobé que el amor que tenía por ella era lindote. Pero por cosas de la vida, se tenía que marchar a seguir sus estudios a otro lugar – kilómetros lejos de ella – aceptaron ambos seguir (el amor venció algunas barreras) así pasaron unos meses, cuando volvió no era el mismo, habían vacios que no se podían llenar, la comunicación era nula, las inseguridades no podían callar más… el final llegó, ambos sufrieron muchísimo, pero acabó.

Sé que eso no pasa siempre, hay historias de algunos que conozco que terminaron tan bien – que “envidio” la buena compatibilidad y superación que tienen – llegaron a concluir su historia de amor en estar juntos, formar un hogar, etc.

Si pudiéramos vivir la distancia como en las películas de drama más populares de Hollywood – sería excelente – como cuando en una escena los enamorados se separan, pero 2 escenas después se están encontrando, porque ésta así de fácil subió a un avión (después de mostrar al o el “monse” – que al lagrimear por la triste escena – un avioncito despegando) apareció frente a la puerta de éste, lanzándose sin pudor a sus brazos con tierno beso – que poco a poco se vuelve más intenso – terminan en un revolcón en el depa que será su nuevo hogar... porque obvio, ella vino a quedarse con su eterno amor – “the end” – vivieron felices por siempre.

Pero en la vida real, es distinto (por no decir, difícil) tener tanta cercanía seguida con alguien que vive a “más de cientos de kilómetros”

Cosas como esas, nos ponen tristes, alborotadas, ansiosas… nosotras sufrimos, nos sentimos perdedoras y hasta las más “chicas con mala suerte”… sólo imaginar que en donde esté nuestra “special person” habrá muchas que teniéndolo cerquita (unos centímetros, 15 minuticos, unas cuadritas, etc.) estarán listas para dar el zarpazo y convertirlos en lo que nosotras tanto deseamos…

Ahora mismo, al leer esto, ¿quién no está pensando en alguien lejano? ¿Quién no quisiera tener unos dolarcillos que le sobre en el bolcillo, billetera, cartera y así sin pensarlo dos veces comprarse un ticket de viaje y volar a donde nos lleve el corazón?

La distancia y el amor, juegan un papel tan importante en la vida de las personas… pero bueno, nuestro único consuelo es saber que donde te encuentres, en cualquier parte de este globito de agua, tierra, atmosfera… cual sea tu ubicación, alguien piensa en ti… alguien te quiere, alguien te extraña… y corea a viva voz – no importa en la ducha – “A más de cientos de kilómetros, puede tu voz darme calor igual que un sol… la la la” entre otras canciones.

Yo sólo siento que la distancia es un termómetro de cuanto podemos vivir, sentir, recordar, extrañar a alguien que significa algo (por más pequeño miligramo) en nuestra vida.

Ahora sí, depende de uno que la distancia llegue a ser una asesina de los buenos momentos, una asesina de la alegría de saber la existencia de nuestra “special person” – no lo duden, agarren sus teléfonos, el chat, el facebook, hotmail y posteen, escriban, comenten, hablen, etc. Etc. Etc… con aquella “special person”… no dejen pasar el tiempo dentro de una distancia – este nunca más vuelve.

Es más, me tengo que ir – estoy con las ganas de escribir a alguien… espero que sea recíproco, sino… ¿qué más da?

miércoles, agosto 03, 2011

UN BAUL DE RECUERDOS EN MI “STATION”


[Baúl+de+los+recuerdos]

Lo que un viaje se llevó…


¿Quién no recuerda algo especial? ¿Cuándo es que guardamos recuerdos? ¿Qué significan los recuerdos? ¿Tanta necesidad de recordar? ¿Y si esos recuerdos te lastiman, te hacen llorar, te desilusionan? ¿Olvidaste algún recuerdo?

Diferentes autores explican que distintas hormonas como la adrenalina y otros corticoides que producimos internamente ante situaciones de peligro, o la feniletilamina y dopamina que corren en nuestro organismo cuando estamos enamorados y cuando nos sentimos complacidos, funcionan como "tintas indelebles" para "escribir" en nuestro cerebro lo sucedido, entonces a mayor emoción sentida en una escena de la vida, más impacto y detalloso será… lo que llamamos “recuerdos”.

Los recuerdos cambiarán nuestra forma de ser, de pensar y de sentir – por ende, habrá consecuencias”.

“Recuerdo” mi primer gran recuerdo, cuando prometí a alguien nunca olvidarlo – el enano se vacilaba de mi – pero yo, como toda mujer madura (12 años) juré incansablemente nunca hacerlo, y realmente no lo hice, hasta ahora lo “recuerdo”, porque el sinvergüenzón me dio mi primer besote-piquito.

Es que en serio, los recuerdos – ya sean buenos o malos – siempre quedarán después de un acontecimiento en nuestras vidas.

Nuestra vida es como una estación (station, 4u heaven) donde desembarcarán y se embarcarán muchas personas, estas llegarán con muchos recuerdos de equipaje, otras se llevarán tantos de ellos, otras nos dejarán sus recuerdos, otras se llevarán recuerdos en común… y así nuestra estación siempre tendrá equipajes de por medio.

En mi antiguo post “No me digas adiós”, les comenté sobre un “adiós” en especial…

- Alguien me dijo, no recordar lo que queda sino lo que se lleva...en su caso. En mi caso, lo que queda es realmente encantador.

Pues sí, ese alguien me dejó un baúl de recuerdos, no me gusta la idea de haberlos guardado pues una vez le dije; “Una arpía nunca guarda recuerdos” – lo siento chicas, no soy traidora, sólo soy humana – para ser sincera, los guardé en un rinconcito del corazón.

- Sólo te queda recibir aquel baúl de recuerdos que se quedará a tu lado – con la sencilla razón – decirte: “sé lo que sentiste la vez pasada”.

Son pensamientos que quedan en ese baúl, él se llevó momentos, sonrisas, detalles, miradas, sensaciones… lo recuerda, eso es lo que dice;

- Que no me vaya sin decir a dios
- Jejejeje
- como crees
- me iré con el adiós en la mano y un beso en el bolsillo
- que tal
- como que me iré sin mirar atrás, porque no hay necesidad de pensar en lo que dejas sino en lo que llevas
- y llevo muchas cosas
- el baúl de los recuerdos tiene mas
- yo no olvido arpía
- yo guardo las cosas para que cuando este en mi soledad pueda recordar y sonreír
- me llevo un lindo recuerdo - (Recuerdos, un día de Junio)

Dicen por ahí que nosotras recordamos más, nos emocionamos más, sentimos más (¿es cierto?) – tal vez sí - ¡Jamás! Gritarán otras… pero son ellos los que desesperadamente buscarán desempolvar los recuerdos, para saber que de especial tienen – es tranca no recordar, para cualquier género – ¡trancaza! Los lugares, los horarios, lo que se dijo, lo que se sintió, lo que se experimentó – hasta el nombre de la marca del auto. ¡Joder!. Todo es motivo de “remember me”.

Ese es mi pensamiento con respecto a recordar a alguien que se volvió, con tu permiso firmado, en un recuerdo especialísimo… ese baúl llegó a mi estación en un momento preciso. No sé si seguirá como un recuerdo – pues las ideas macabras de recordar “face to face” lo que dejamos inconcluso – están intactas. Deseo tanto volver a verlo, sentir su aroma, escuchar sus palabras. ¡Ya sueno como telenovela mexicana! – pero si pues señoritos y señoritas – ¿Acaso ustedes nunca han pecado de recordadores?


Pero vayamos con cuidado, con un ojo abierto y el otro cerra’o… recordemos lo necesario, uno nunca sabe que sorpresas nos traerán esos recuerdos. Vivamos dispuestos a sentir y dejar de pensar en los ¿por qué? – sintamos si es lo que nuestro corazón nos pide, pero nunca dejemos de lado nuestra mente, esa que nos salvará de meter las cuatro y veamos trancaza salir de los malos recuerdos.

P.D. Perdónenme mi falta de temores y dudas… no aprendo a arriesgarme, aún temo convertirme en una “arpía fea” cuando me dé cuenta que el pasado volvió.



miércoles, julio 13, 2011

DE UNA NOCHE Y MÁS

Así que shh shh... nadie lo sabrá

Acaban de enseñarme a sentir esos cosquilleos y sensaciones guardadas celosamente...

Por acá me dicen que “en la repetición está el gusto” – tal vez sí, hubo una tercera... y fue mejor.

No soy la mejor o la peor en asuntos del corazón... pero definitivamente esta vez me vencieron las ganas de sentirme amada – ¡!

Es que, simple, no es... tampoco cosa de mutantes, pero en mi caso es para morir de la risa con cada una de mis ocurrencias y nerviosismo – Y que empiece a sonar la hora loca – para relajarme... Haber, les confieso que estaba muy incómoda por algunas palabras que se dijeron un día antes – lo sé, el chat es una cosa y “face to face” es otra – pero nada quita las intensiones. Él se comportaba como todo un niño que no resiste la tentación de captar el interés y recibir cariño – Sí, eso me gusta.

Mientras en la radio de aquel auto – sonaba una música relajante (por no decir deprimente), era el 93.10 f.m. (si no me equivoco)... pude entender que nada me haría perder las ganas de abrazarlo, besarlo y poder sentir que no podía estar sin él.

Entonces empezó la cuenta regresiva y no dejar pasar un segundo sin demostrarle que me gustaba...

Todo pasó en el silencio de una tarde-noche... desde besos sencillos hasta abrazos acalorados.Quiero decir que estuve feliz – viéndolo a los ojos, acariciándolo, besándolo intensamente.

Pero... nada es fácil para alguien como yo... el nerviosismo me embargaba, dentro de mí la lucha por gritarle que necesitaba sentirlo mío, sólo se demostraba con una sonrisa coqueta, pero definitivamente nada de lo suelta que pretendía ser, me salía.

En pocas palabras interrumpía cada caricia con mi miedo desenfrenado de que vaya más allá de lo que quería.

Pero sí, se siente bien – todo era realmente bueno, quería comérmelo a besos, sentía las mejores sensaciones, abrazarlo y sentir cada pulsación de su cuerpo, cada sonrisa y suspiros que destacaban nuestra aventura – sencillamente estaba sintiéndome diferente.

Haber, pensé en algo – ¿Por qué no me atrevía a sentir aquellas sensaciones? – mi única respuesta se encuentra en aquellas carisias experimentadas.

Pequeños detalles... después de abrir los ojos, suspirar y sonreír con algo de “roche” – mi única respuesta fue volver hacia él y silenciosamente perderme en aquella mirada satisfecha... Mientras en mi mente sólo encontraba algunas preguntas - ¿Qué piensa ahora de mí? ¿Qué hago, qué digo? ¿Cómo me explico y me excuso ante aquel hecho? ¿Y ahora que pasará? – pequeños miedos que alguien como yo siente hasta ahora...

&-       ¿Qué paso? (mientras me sonreía, abrazaba y besaba)

&-        Nada... (Con mi cara de susto e interrogante)

&-       ¿Nada? – Ok, tranquila... (continuaba calmándome, mientras me acercaba a él)

&-        Me gustó... no preguntes más.

&-       Ok. (Mientras extendía una sonrisa sarcástica, entonces me abrazaba y besaba – esta vez con tanta suavidad)

Ahora, mientras escribo esto, puedo notar aquellos detalles, que cuando estamos en escena no sentimos, no divisamos llegar... ¿Qué pensaba de mí? ¿Qué estará diciendo ahora? – no lo descubres hasta que pasan las horas y confirmas tantas cosas.
Pero sé una cosa:

&-   Yo no pienso (no tendría que pensar, entonces me abrazaba y demostraba seguridad)" - ¿Será verdad?

Sencillamente estoy aún craneando como tomar esa situación – no soy la “novia”, soy la... bueno, “amiga”. Todo quedó en un simple "Adiós" – sólo confirmo que muy dentro del contexto ambos sentimos una atracción, deseo, gusto,  etc.- (Espero)

Para él soy alguien especial, eso suena bien... si no fuera por lo lejos que puede estar – algo que quita toda buena intensión.

Pero así es la vida, de pronto te interesas en alguien con un sencillo fin...tenerlo, amarlo, demostrar que puedes ser su felicidad – pero no creo que entre todo esto exista métodos, alternativas, decisiones difíciles para convertir tanto deseo en “amor” – porque simplemente “eso” no se consigue... sólo se siente, se entrega.

Por cierto – Hay un tiempo específico para – ¿el amor? ¿Para la entrega deseada? ¿Para sentir que tu amigo se convirtió en tu “primera sin segunda” tu “experimento deseado”? ¿Saber que piensa él?... Pues a mi defensa responderé que no lo sé, aún no logro responderme a mí misma.

Hay una solución tal vez...y no la “manyé”. Simplemente uno toma decisiones inesperadas y la “friega o se arriesga a ser feliz”.

En definitiva cuando el momento llega sabes que no puedes escapar a un deseo escondido...sólo sentir su respiración te sugiere tener más de él. Algo en mi, cambió esa noche, tal vez se confirmó más el verlo de otra manera – no me arrepiento de nada –  y aunque necesariamente no pasó “algo de gran magnitud” –disfrutamos sentir lo necesario – según él.

Eso es sencillamente una parte de lo que podemos llegar a sentir – sonreír inmensamente mirándose a los ojos – descubrir que puedes sentir tanto con pequeños detalles...


P.D. Esa noche fue culpable del cambio de pensamiento que estoy teniendo acerca de las relaciones, los hombres y sobre la conformidad a estar sola – ¡creo!

Aún nada está confirmado (con respecto al cambio de pensamiento), pero si eso llegara a pasar, seguramente seré feliz. Sino... pues el tiempo pasa y cada uno te trae determinadas enseñanzas.

Para ti: Antes de despertar te contaré que hay recuerdos, no sé si los guardaré – pretendo verlos pasar – seguramente sonreirás con cada palabra escrita. Sólo te pido que recuerdes mi sonrisa, mis gestos, mi respirar...

Yo, cuando observe cada lugar – seguramente cerraré los ojos y pensaré en ti - Despierto entonces...

Hace frío, la vida sigue... él tal vez despertó con ganas de trabajar (sarcásticamente) y las piezas del rompecabezas que estas últimas semanas se movieron, llegaron a encajar en cada lugar... pero hay unas cuentas que cambiaron de lugar.
Observaba el amanecer lluvioso y no tengo ganas de salir de casa... me confieso perseguida.

 

lunes, julio 04, 2011

NO ME DIGAS ADIÓS




-          Simplemente no te vayas…

Haber, seamos francos… ¿Quién en algún momento de su fenomenal vida no tuvo que decir adiós y se sintió terrible? Si alguien levanta la mano para afirmar que no es así...ahora mismo le cae un taconazo.
Pero bueno, por sobre todo está el valor que debemos tener para poder decir “Adiós”
Haber, empecemos a hablar de nuestro poco aliado “Adiós” – Sobretodo cuando lo expresas al mirar a los ojos a alguien que te dio tanta felicidad – ese, ¡si que duele!
Y de esos “adiositos” hay de muchos tipos;

-          Están los que sin ningún reparo, sueltan su popular “un comercial y regreso”... me refiero a esos – que cuando supuestamente todo va bien – tienen ganas de pedir “tiempo fuera” y no vuelven más. No hay un mensaje, un chat online o alguno de esos secretitos que a veces son tan útiles para mantener un alejamiento amistoso.

Luego te enteras que aquel tiempo que le diste sólo sirvió para que conociera mejor a su nueva conquista. Entonces se te cruza en el camino y esperando una explicación, sientes que es el momento preciso para decir “Adiós” – empieza a defenderse, excusarse – tú esperabas un “lo siento, discúlpame, deseo que seas feliz”. Aquí es donde entra a tallar tu amor propio y lo miras directito a los ojos y tomándote tu tiempo, pronuncias cada letra – le dices “Adiós” – volteas y sin ninguna pena por el susodicho que pierde a un mujerón, te vas. Te das cuenta que las ganas de aniquilarlo, simplemente desaparecieron.

-          Hay otros que sin ganas de poner una música romanticona, te miran a la cara, abrazan, sueltan, vuelven a abrazar, te vuelven a soltar... ¡Caray!- ¡Para! se agachan y dicen “no eres tú - soy yo”. El “adiós” aparece al instante y tú te quedas pensando en – ¿cuándo se fue de nuestras manos “el amor”? ¿fui yo? ¿Por qué no me di cuenta? ¿Así de fácil caserito?– sonríes para no desplomarte de la pena y das a entender que no pasa nada...la vida sigue. Ese “adiós” es algo confuso, porque te deja con tantas preguntas.
-          De pronto se me viene a la mente otro tipo de decir “adiós”, ese que después de tanto tiempo de amor, nada es igual, ambos cambian y ya sólo hay “cariño”, no dan para más – mientras los dos recuerdan tantas cosas que llevaron a concretar una relación, se permiten entender que se acabó – simplemente es momento de dejar ir y partir. Todo termina, entre abrazos y sonrisas dices “Adiós”. Pasa el tiempo y encuentras a esa persona y la vez como alguien especial, a la que siempre guardarás en el corazón, no hay reclamos y eres feliz de saber que es feliz...no hay problema.
Pero si confesamos, eso es por parte de ellos... ¿qué hay con nosotras? Al igual que ellos, nosotras también tenemos esos arranques de chibolas, “maduras” y coquetonas para decir “Adiós”.
 
-          Recuerdo que hubo un “adiós “ que me lastimó tanto como a él...con el dolor de nuestros corazones, nos despedimos y partimos a un viaje de “la vida continua”...supimos que el amor reciclado no es algo bueno (pero ese es otro tema). Y entonces “Adiós”. Ahora, tenemos mejor relación – somos amigos.

-          También está el “adiós” de la chata erótica, sí ese “adiós” que pasado unos días se convierte en agarre mientras busca y caza un nuevo amor. Este te acarrea problemas, habladurías, miradas de desprecio.

-          El “adiós infeliz”, ese es el de una arpía, sin reparo ni remordimientos...si no lo quieres más, no más – así de fácil – pero que termina siendo doloroso para el susodicho. Mientras que para aquellas, con dos lagrimas (una en cada ojo), volteas y dejas que se corte lo que quiera.

Y tantos “adiositos” que podemos mencionar...hay de todos los gustos y sabores.

Pero hay uno que es insoportable, ese que como un trago amargo tienes que empujarte hasta la última gota. No lo veo como un “adiós”- mejor dicho – no quisiera que sea un adiós, sino un “volveré” “no me voy” “te quiero conmigo siempre” (mucho perdir)
Eso eso eso (como diría el chavo), estoy a punto de pasar por ese “adiós”, en unos días tendré que despedirme y cerrar mi puerta.
. No hay opción de mirar atrás
. No hay regreso
. No más sentimentalismo
. No más palabras

. No más de otros detalles...

¿Cómo se siente? ¡Uuff!, para ser sincera me duele tanto tener que enfrentar esa despedida...
En este caso, te sientes tan débil, triste, apenada...pero en algo  somos expertas – siempre vemos las cosas por el lado amable.
Alguien me dijo, no recordar lo que queda sino lo que se lleva...en su caso. En mi caso, lo que queda es realmente encantador.
Dije una vez que no me gusta guardar recuerdos, pero sí mencionarlos; me quedo con:
-          Su silencio al entender el mío
-          Sencillez en aquella personalidad que sorprende
-          Experiencia al manejar cada instante
-          Diversión en cada encuentro
-          Sus besos, intensamente recordables
-          Sus caricias cada una más encantadora que la otra
-          Las sensaciones y deseos que despertó en mi
-          Sonrisas, una mezcla de dominio y gusto por la vida
-          Y tantas palabras...
No quiero que te vayas – quisiera más que un “adiós” un silencioso murmullo - “volveré”.
¿Por qué?, ¿Por qué la vida es tan complicada?

Si tan sólo aquellos “adiositos” fueran simples...como aquellos que se ilustran en miles de películas y telenovelas – esos que con un vaso de “wisky bien añejo” en la mano, te olvidas de la despedida dolorosa o con un par de “tequilitas” moqueas en el hombro de tu amiga y al día siguiente o volvió porque no quiere dejarte (o sea el guionista cambio de opinión) o simplemente no duele tanto como crees- ¡aish!

Pero es más tranca que nunca, es tan triste...sólo te queda las ganas de tomar unas pastillitas de “chiquitolina” (mismo chapulín, ¡help me Chapu!) y meterte en su equipaje y cuando haya llegado a su destino - ¡Tatan! Acá estoy y viviremos felices por siempre – Pero naaa...es imposible.
Por último, sólo te queda recibir aquel baúl de recuerdos que se quedará a tu lado – con la sencilla razón – decirte: “sé lo que sentiste la vez pasada”.


jueves, junio 23, 2011

MUJER ALBOROTADA – PARTE V (hasta aquí alborotada)

Una arpía en actividad… para esos inalcanzables cazadores de despistadas - ¡sí se puede!

Si de cazadores del amor hablamos, los hombres se llevan la corona, pues sí – basta con que te hagan ojitos, te hablen bonito, se crean el último grito de la moda, los bacansitos… y ¡Listo! Estás más perdida que huevo en cebiche – te impresionó y te engancharon.
¿De quién hablamos? Sí señoritas, de esos… los hombres irresistibles, inconquistables, con acceso restringido.
Pero para nuestra tranquilidad y certeza de estar haciendo bien, buenas noticias; “ese hombre existe pero no es tan difícil de conquistar pues eso es un cuento que hemos creado, nosotras” con el fin de creernos buenas conquistadoras… y decir con gritito vencedor “Lo logré”.
En este juego de conquista, cada uno tiene sus propias reglas, recursos – pero claro una cosa es que esa persona te mire y consigas su atención (nada tranca), te hagas la loca y le robes algunos besitos (tantito tranca). Y otra muy distinta es que logres que el susodicho se quede contigo y ¡bingo! Se convierta en lo que emocionalmente llamamos “mi novio” (trancasa).
Estamos hablando de alguien muy único en su especie… los difíciles, inconquistables, inalcanzables. Sí, aquellos que no quieren compromisos, especulaciones, ir al cine de la manito, “estar sin estar”, los que quieren una relación complicada o abierta (en pocas palabras tú, yo y las que deseen  - Hay para todas), pero nada de lazos, ataduras, horarios, llamadas seguidas de escenitas de celos, entre otras complicaciones, etc.
Es entonces cuando vemos aparecer esa imagen varonil y se encienden las ganas de babear por él… claro, si es nuestro cuento de hadas, somos las únicas – ¡Hay! Si no supiera yo de esos príncipes encantados, seductores… esos que se las saben todas y si no, se las crean – ¡Si seremos!, esos que te envían mensajitos con una que otra palabrita romanticona para que sonrías y listo – ya estas pensando en cómo la vas a hacer para ser la Sra. de…
A decir verdad, ahora las cosas ya no son tan zanahorias como antes, las mujeres de hoy ya no son tan sobrias y salen a casar a estos especímenes coquetones que se creen la última chupada del mango, la única crush en el desierto.
¡Atención! – si no eres de las que juegan a arriesgar y no piensan sino actúan y no te das cuenta que eres una de las arpías en actividad, emite hasta acá lo que leíste – no sigas – no es para ti. Después de esto no habrá marcha atrás.
Entonces,
3
2
1
0…
Para eso tienes que ser muy astuta, un tanto cruel, feroz y porque no… arpía.
Según una experta en temas de síndrome masculino (mi “sista, la chaturris”, que se las sabe todas), tendremos que seguir estas recomendaciones si alcanzar a alguien se nos pone color de hormiga;
Primero.- Tienes que alcanzar, ubicar, meter cabe al objetivo, para luego usar esas técnicas de seducción en las que más confías. Llorar en su hombro, contarle lo peor de tu día y lograr que este entre en tu mundo.
Segundo.- Cuando ya lo tengas a tu ladito, agarra fuerte que no se te vaya a escapar – he ahí los detalles, cariñitos, caprichos – asegúrate que la poción mágica que compartas sea a la medida del susodicho, ni más ni menos.
Tercero.- En este paso empiezas a dar los golpecitos bajos, despacio no te apures que lo que hasta acá lograste se puede revertir. Empiezas a darle de su propia medicina – ahora necesitas tu espacio, no quieres que las cosas vayan muy rápido – golpeas más fuerte, un mazo en la cabeza te servirá (broma). Dar a entender que no son tan importantes, indispensables en nuestras vidas, pequeños caprichos que a veces se nos antoja.




Cuarto.- Ahora lo tienes confundido, creerá que eso pasará… pero no hay marcha atrás. Tratarlos como “peor es nada”, que sientan que en cualquier momento, sus vidas se quedarán vacías sin el mujerón que tienen a lado.
Quinto.- Si no cambia de actitud, simplemente “No eres tú, soy yo” “Creí que podíamos estar de acuerdo” “Tiempo, tiempo”
Si ellos juegan a ganar… ¿por qué nosotras no podemos hacer lo mismo? – en el amor todo vale, no hay normas… espero no equivocarme.
Sinceramente la idea de esta amiga negra me parece convincente, en algún momento estos susodichos tienen que aprender que no todo lo que deseen está disponible, que nosotras también sentimos y podemos dar golpes bajos... pero, ¿Funciona? - recordemos que estos susodichos a veces les funciona la neurona - ¡cuidado!
Bueno, ella dice que funcionó una vez, eso no me da seguridad pero intentarlo no sería nada del otro mundo.
Por último, a pasear con una mano extendida para dar cariño y en la otra un inmenso sable para cortárselas, (sarcásticamente, terminar la “relación o chotear”).
Si en algún momento ellos nos llamaron arpías, degraciadas… creo que no se equivocaron, eso y más podemos llegar a ser si somos amenazadas de matanza sentimental, llorar la noche entera, estar en lista de espera y suspirar cada vez que sentimos llegar nuestro turno con el señorito maniquí que nos gusta.
Se acabó, eso no debe pasar más… si me gustas y te gusto “seamos felices”, pero nada que “puede ser” “estamos bien así” – no permitamos que estos susodichos se crean “el último grito de la moda” – palabras de una arpía.
P.D. Just now! Estoy corriendo con un sable a un maniquí que se trepó por mi ventana, me pintó pajaritos, me cantó al oído y ahora que ve la cosa seria (estar y ser felices por siempre) pretende retractarse y decir que es un alma libre, “que tomemos las cosas con calma” - ¡Fuchila, fuchila! Todo o nada… sino, que otra te entienda y se rebaje a las migajas – fin del asunto.