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lunes, septiembre 27, 2010

AQUEL EGOIMO ESCONDIDO (PARTE: PARA ELLAS)





Amarte a sí misma más que a tus semejantes…




En el post pasado hablaba sobre aquel egoísmo lapidario que se manifiesta en los hombres… ahora, ¿qué excusa pondremos para nuestro egoísmo?







Cada persona crecemos bajo ciertos principios, semejanzas, modelos o paradigmas… fijándonos más en nosotras, crecemos entre pensamientos de unidad, muchas no aprendemos a compartir hasta después de conocer a alguien que despierta en nosotras el querer desprendernos de lo nuestro… o tal ves si él lo hace primero, lo pensaré.


Entonces es ahí donde tendremos que aprender que el egoísmo, es uno de los males de la sociedad.
Decir que somos egoístas es un insulto que nos mata, sobretodo si viene de una pareja, sólo la palabra nos excluye de una posible elección para alguien especial y te ubica en el grupo de las despiadadas que se aman a sí mismas más que a sus semejantes.
Lo confuso es que paralelamente nos enseñan a querernos, cuidarnos, reconocernos a sí mismas, para luego poder hacer lo mismo para con algún prójimo… entonces, ¿sería una de nuestras excusas el crecer con el modelo de señoritas muy aconsejadas por los padres que sólo quieren lo mejor para nosotras?




Pues bien, egoísmo es una etapa de evolución que toda señorita debe enfrentar, si logras superar esa costumbre de pensar en ti antes que en el otro… estás redimida – claro que para conseguirlo tienes que aprender a querer incondicionalmente.


He aquí otro detalle, puesto que dejar el egoísmo es aprender a dar antes que recibir, especialmente si se trata de la persona con la que compartes una nombrada relación amorosa, o sea toditio para ti – su voluntad no más papito, para mí.
Pero definitivamente eso de mejor dar que recibir no funciona en los seres humanos, no somos capaces de dar algo sin esperar alguna retribución, que no la pidamos es otra cosa, por ejemplo;


¿Quién no se a quejado después de entregarle años de su vida a un tal por cual que al final te tiro como trapo viejo y se fue a vivir otras aventuras?… entonces algún interés habrás tenido y el dar más que recibir no fue el centro de su relación, porque entonces no habría problema dar vuelta la pagina sin tantísimo drama.


Es en el amor donde encontramos más complicaciones, somos tan víctimas de nuestras coincidencias y deseo de ser amadas.
Por otra lado la razón, enemiga del amor, del ensueño, del drama es otro detalle… ser muy racional es como ser egoísta… pues sí para el mundo es un mal que nunca terminará, un cambio que en todo caso empieza por nosotras.


Nosotras somos sí o sí egoístas en gran parte, pero es que ahora nos ha tocado vivir momentos de ajuste emocional.
Algunas preferimos estar solas para no comprometer nuestro ego en complacer a otra persona.
Y si por último estamos acompañadas hasta el cuello, son ellos los que nos empujan hacia la demostración de nuestro egoísmo, puesto que cada vez más encontramos a aquellos seres humanos dispuestos a sobrevolar su egoísmo por encima del nuestro, entonces como somos señoritas muy bien criadas… debemos demostrar que nadie debe pisotear nuestra unanimidad.


La mayor excusa de nuestro egoísmo radica en la elevada tasa de hombres sin pretensiones de aceptar que en estas épocas tanto los hombres y las mujeres se encuentran en las mismas posiciones… ya ellos no son superiores, el tiempo pasó y ellos dejaron de ser nuestros opresores – las mujeres ya cambiamos y deseamos ser tratadas con dedicación y respeto.

martes, septiembre 07, 2010

AQUEL EGOISMO DUDOSO (PARTE: PARA ELLOS)





Cuando el tiempo pasa, va perdiendo su color…



Estoy sentada frente a mi computador, teniendo en mente muchísimas ideas sobre lo que quiere decir este título – hablando de aquel egoísmo que fluye de esos sujetos, llamados hombres.

Para entenderlo mejor, trato de poner al tanto a todas nosotras – más claro a aquellas que aún no se dan cuenta, cegadas tal ves por el amor profundo que sienten hacia ellos – de la crisis romántica, atención, la falta de compresión, el rechazo a nuestras ideas y sobretodo la falta de comunicación (en ellos), sobre lo que se refiere una relación para nosotras.

Veamos, después de conocer a alguien nos cegamos con aquellas coincidencias que nos unen como polos exactamente atraídos, nos unimos en una historia de amor que para nosotras es la que soñamos, es que sí pues… ellos son para nosotras lo que esperábamos, pero – ¿Qué pasa cuando empezamos a vivir la realidad de la relación?

Empezamos entonces a darnos cuenta de que estamos envueltas en puro complacer al sujeto que tenemos a lado.
Nos perdemos y sobresale más nuestro “amor” por él… nos volvemos locas de amor, cada cosa que hacemos o pensamos es en base a aquel.
Pero, ¡No!... claro que no es culpa nuestra.

Tranquilas, llega el final de aquella relación y quedamos más vacías e inclusive más susceptibles a los acontecimientos que indiquen cosas nuevas… pero muy por encima de eso, poco a poco nos vamos dando cuenta de que – No tenemos por qué soportar a un hombre egoísta.



Sí, ellos y su indeseable ego se pueden ir… a otra parte… lejos, muy lejos de nosotras las que al fin aprendimos – Y claro, que vengan otros que si quieran y sepan compartir su vida con una mujer.

Entonces como y cuando empieza a demostrarse aquel egoísmo abiertamente… pues bien, desde el primer momento en que un humano con aparato reproductor masculino demuestra lo siguiente:

- No está de acuerdo con un humano con aparato reproductor femenino
- No piensa si quiera en la comodidad o deseo de opinar del humano con aparato reproductor femenino.
- No distribuye su tiempo pensando en su acompañante.

En pocas palabras egoísta es aquel novio, enamorado, amante, esposo… todo humano con el aparato reproductor masculino que prefiere perder su tiempo mirando la televisión desparramado en el mueble de su casa en lugar de ir y acompañar al centro comercial, o sea ir de compras, a tomar un helado, pasar una tarde completa, complacer en algún momento --- a su chica – Seguramente éstos me querrán matar con el comentario y se preguntarán – ¿que miércoles haré caminando mientras ella escoge más de una cosa y nada le gusta?, comer helado y escuchar todas las tonterías que hablan sus amigas, ¿unas horas no es suficiente compañía?, entre otras…
No sabría que responderles exactamente, pero de algo estoy segura… complacerán un tantito a sus chicas, es que nosotras somos tan felices con aquellos detalles… amamos que nos demuestren su atención, sabremos que nosotras también somos importantes y que no todo gira en complacerlos.

Entonces a decir verdad – estos egoístas tienen que empezar a lidiar con mujeres modernas – esas que estamos preparadas a lidiar con esos que piensan que la mujer es para la casa y nada más… que va, como que trabajar, ¡Jamás! – gritan a todo pulmón. Aquellas que buscan su autorrealización, las que los superan, que salen a la calle con minifaldas y sonrisas de colores…



Pues vamos, gracias a los resultados del pasado, a las mujeres que cada vez están más conformes con lo que son y valen… se acabó el pensamiento de soportar a ese hombre mandón, machista que sólo piensa en que es el sexo fuerte… a ser el sarnoso, “degrasiao”, etc. Mientras que la esposa temperamental disfruta de la condescendencia de sus allegados… yo soy buena, tú eres el malo.

Puesto esto diremos que, hombres egoístas ya no sobreviven en estos tiempos… ¡No, señores!... ahora las mujeres pedimos más consideración y si no puedes dar eso, pues simplemente no te acerques con tus sentimientos de superioridad o de que SI ME QUIERES…
Las mujeres pedimos las mismas atenciones que ustedes, ya no soportamos a hombres que piensen sólo en ellos.
Buscamos hombres que olviden por momentos su ego y piensen más en pareja… pues en una relación existen dos bandos…

No lo olviden, porque pueden terminar muy avergonzados o agredidos por féminas que defienden su posición, con uñas largas, tacones, etc.

Tranquilos que esto va para el mmmmmm…. Ustedes ponen la respuesta…
No niego haber encontrado a hombres encantadores con egos excepcionales que lo mostraban en ciertos momentos de la vida, pero que no lo realzaron en exceso… puesto que sabían que existía.
Pobres hombres… cuando serán normales, cuando reconocerán la época…

Y HAGAN COMO ESTE....
NO ES LO MISMO SIN NOSOTRAS... ALEJANDRO SANZ