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jueves, junio 23, 2011

MUJER ALBOROTADA – PARTE V (hasta aquí alborotada)

Una arpía en actividad… para esos inalcanzables cazadores de despistadas - ¡sí se puede!

Si de cazadores del amor hablamos, los hombres se llevan la corona, pues sí – basta con que te hagan ojitos, te hablen bonito, se crean el último grito de la moda, los bacansitos… y ¡Listo! Estás más perdida que huevo en cebiche – te impresionó y te engancharon.
¿De quién hablamos? Sí señoritas, de esos… los hombres irresistibles, inconquistables, con acceso restringido.
Pero para nuestra tranquilidad y certeza de estar haciendo bien, buenas noticias; “ese hombre existe pero no es tan difícil de conquistar pues eso es un cuento que hemos creado, nosotras” con el fin de creernos buenas conquistadoras… y decir con gritito vencedor “Lo logré”.
En este juego de conquista, cada uno tiene sus propias reglas, recursos – pero claro una cosa es que esa persona te mire y consigas su atención (nada tranca), te hagas la loca y le robes algunos besitos (tantito tranca). Y otra muy distinta es que logres que el susodicho se quede contigo y ¡bingo! Se convierta en lo que emocionalmente llamamos “mi novio” (trancasa).
Estamos hablando de alguien muy único en su especie… los difíciles, inconquistables, inalcanzables. Sí, aquellos que no quieren compromisos, especulaciones, ir al cine de la manito, “estar sin estar”, los que quieren una relación complicada o abierta (en pocas palabras tú, yo y las que deseen  - Hay para todas), pero nada de lazos, ataduras, horarios, llamadas seguidas de escenitas de celos, entre otras complicaciones, etc.
Es entonces cuando vemos aparecer esa imagen varonil y se encienden las ganas de babear por él… claro, si es nuestro cuento de hadas, somos las únicas – ¡Hay! Si no supiera yo de esos príncipes encantados, seductores… esos que se las saben todas y si no, se las crean – ¡Si seremos!, esos que te envían mensajitos con una que otra palabrita romanticona para que sonrías y listo – ya estas pensando en cómo la vas a hacer para ser la Sra. de…
A decir verdad, ahora las cosas ya no son tan zanahorias como antes, las mujeres de hoy ya no son tan sobrias y salen a casar a estos especímenes coquetones que se creen la última chupada del mango, la única crush en el desierto.
¡Atención! – si no eres de las que juegan a arriesgar y no piensan sino actúan y no te das cuenta que eres una de las arpías en actividad, emite hasta acá lo que leíste – no sigas – no es para ti. Después de esto no habrá marcha atrás.
Entonces,
3
2
1
0…
Para eso tienes que ser muy astuta, un tanto cruel, feroz y porque no… arpía.
Según una experta en temas de síndrome masculino (mi “sista, la chaturris”, que se las sabe todas), tendremos que seguir estas recomendaciones si alcanzar a alguien se nos pone color de hormiga;
Primero.- Tienes que alcanzar, ubicar, meter cabe al objetivo, para luego usar esas técnicas de seducción en las que más confías. Llorar en su hombro, contarle lo peor de tu día y lograr que este entre en tu mundo.
Segundo.- Cuando ya lo tengas a tu ladito, agarra fuerte que no se te vaya a escapar – he ahí los detalles, cariñitos, caprichos – asegúrate que la poción mágica que compartas sea a la medida del susodicho, ni más ni menos.
Tercero.- En este paso empiezas a dar los golpecitos bajos, despacio no te apures que lo que hasta acá lograste se puede revertir. Empiezas a darle de su propia medicina – ahora necesitas tu espacio, no quieres que las cosas vayan muy rápido – golpeas más fuerte, un mazo en la cabeza te servirá (broma). Dar a entender que no son tan importantes, indispensables en nuestras vidas, pequeños caprichos que a veces se nos antoja.




Cuarto.- Ahora lo tienes confundido, creerá que eso pasará… pero no hay marcha atrás. Tratarlos como “peor es nada”, que sientan que en cualquier momento, sus vidas se quedarán vacías sin el mujerón que tienen a lado.
Quinto.- Si no cambia de actitud, simplemente “No eres tú, soy yo” “Creí que podíamos estar de acuerdo” “Tiempo, tiempo”
Si ellos juegan a ganar… ¿por qué nosotras no podemos hacer lo mismo? – en el amor todo vale, no hay normas… espero no equivocarme.
Sinceramente la idea de esta amiga negra me parece convincente, en algún momento estos susodichos tienen que aprender que no todo lo que deseen está disponible, que nosotras también sentimos y podemos dar golpes bajos... pero, ¿Funciona? - recordemos que estos susodichos a veces les funciona la neurona - ¡cuidado!
Bueno, ella dice que funcionó una vez, eso no me da seguridad pero intentarlo no sería nada del otro mundo.
Por último, a pasear con una mano extendida para dar cariño y en la otra un inmenso sable para cortárselas, (sarcásticamente, terminar la “relación o chotear”).
Si en algún momento ellos nos llamaron arpías, degraciadas… creo que no se equivocaron, eso y más podemos llegar a ser si somos amenazadas de matanza sentimental, llorar la noche entera, estar en lista de espera y suspirar cada vez que sentimos llegar nuestro turno con el señorito maniquí que nos gusta.
Se acabó, eso no debe pasar más… si me gustas y te gusto “seamos felices”, pero nada que “puede ser” “estamos bien así” – no permitamos que estos susodichos se crean “el último grito de la moda” – palabras de una arpía.
P.D. Just now! Estoy corriendo con un sable a un maniquí que se trepó por mi ventana, me pintó pajaritos, me cantó al oído y ahora que ve la cosa seria (estar y ser felices por siempre) pretende retractarse y decir que es un alma libre, “que tomemos las cosas con calma” - ¡Fuchila, fuchila! Todo o nada… sino, que otra te entienda y se rebaje a las migajas – fin del asunto.