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miércoles, agosto 03, 2011

UN BAUL DE RECUERDOS EN MI “STATION”


[Baúl+de+los+recuerdos]

Lo que un viaje se llevó…


¿Quién no recuerda algo especial? ¿Cuándo es que guardamos recuerdos? ¿Qué significan los recuerdos? ¿Tanta necesidad de recordar? ¿Y si esos recuerdos te lastiman, te hacen llorar, te desilusionan? ¿Olvidaste algún recuerdo?

Diferentes autores explican que distintas hormonas como la adrenalina y otros corticoides que producimos internamente ante situaciones de peligro, o la feniletilamina y dopamina que corren en nuestro organismo cuando estamos enamorados y cuando nos sentimos complacidos, funcionan como "tintas indelebles" para "escribir" en nuestro cerebro lo sucedido, entonces a mayor emoción sentida en una escena de la vida, más impacto y detalloso será… lo que llamamos “recuerdos”.

Los recuerdos cambiarán nuestra forma de ser, de pensar y de sentir – por ende, habrá consecuencias”.

“Recuerdo” mi primer gran recuerdo, cuando prometí a alguien nunca olvidarlo – el enano se vacilaba de mi – pero yo, como toda mujer madura (12 años) juré incansablemente nunca hacerlo, y realmente no lo hice, hasta ahora lo “recuerdo”, porque el sinvergüenzón me dio mi primer besote-piquito.

Es que en serio, los recuerdos – ya sean buenos o malos – siempre quedarán después de un acontecimiento en nuestras vidas.

Nuestra vida es como una estación (station, 4u heaven) donde desembarcarán y se embarcarán muchas personas, estas llegarán con muchos recuerdos de equipaje, otras se llevarán tantos de ellos, otras nos dejarán sus recuerdos, otras se llevarán recuerdos en común… y así nuestra estación siempre tendrá equipajes de por medio.

En mi antiguo post “No me digas adiós”, les comenté sobre un “adiós” en especial…

- Alguien me dijo, no recordar lo que queda sino lo que se lleva...en su caso. En mi caso, lo que queda es realmente encantador.

Pues sí, ese alguien me dejó un baúl de recuerdos, no me gusta la idea de haberlos guardado pues una vez le dije; “Una arpía nunca guarda recuerdos” – lo siento chicas, no soy traidora, sólo soy humana – para ser sincera, los guardé en un rinconcito del corazón.

- Sólo te queda recibir aquel baúl de recuerdos que se quedará a tu lado – con la sencilla razón – decirte: “sé lo que sentiste la vez pasada”.

Son pensamientos que quedan en ese baúl, él se llevó momentos, sonrisas, detalles, miradas, sensaciones… lo recuerda, eso es lo que dice;

- Que no me vaya sin decir a dios
- Jejejeje
- como crees
- me iré con el adiós en la mano y un beso en el bolsillo
- que tal
- como que me iré sin mirar atrás, porque no hay necesidad de pensar en lo que dejas sino en lo que llevas
- y llevo muchas cosas
- el baúl de los recuerdos tiene mas
- yo no olvido arpía
- yo guardo las cosas para que cuando este en mi soledad pueda recordar y sonreír
- me llevo un lindo recuerdo - (Recuerdos, un día de Junio)

Dicen por ahí que nosotras recordamos más, nos emocionamos más, sentimos más (¿es cierto?) – tal vez sí - ¡Jamás! Gritarán otras… pero son ellos los que desesperadamente buscarán desempolvar los recuerdos, para saber que de especial tienen – es tranca no recordar, para cualquier género – ¡trancaza! Los lugares, los horarios, lo que se dijo, lo que se sintió, lo que se experimentó – hasta el nombre de la marca del auto. ¡Joder!. Todo es motivo de “remember me”.

Ese es mi pensamiento con respecto a recordar a alguien que se volvió, con tu permiso firmado, en un recuerdo especialísimo… ese baúl llegó a mi estación en un momento preciso. No sé si seguirá como un recuerdo – pues las ideas macabras de recordar “face to face” lo que dejamos inconcluso – están intactas. Deseo tanto volver a verlo, sentir su aroma, escuchar sus palabras. ¡Ya sueno como telenovela mexicana! – pero si pues señoritos y señoritas – ¿Acaso ustedes nunca han pecado de recordadores?


Pero vayamos con cuidado, con un ojo abierto y el otro cerra’o… recordemos lo necesario, uno nunca sabe que sorpresas nos traerán esos recuerdos. Vivamos dispuestos a sentir y dejar de pensar en los ¿por qué? – sintamos si es lo que nuestro corazón nos pide, pero nunca dejemos de lado nuestra mente, esa que nos salvará de meter las cuatro y veamos trancaza salir de los malos recuerdos.

P.D. Perdónenme mi falta de temores y dudas… no aprendo a arriesgarme, aún temo convertirme en una “arpía fea” cuando me dé cuenta que el pasado volvió.



1 comentario:

  1. Bueno, creo que te perdí.
    Pero definitivamente los recuerdos serán los
    mejores indicadores de los sentimientos pasados.
    Te quiero marmota
    Ro.

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