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lunes, julio 04, 2011

NO ME DIGAS ADIÓS




-          Simplemente no te vayas…

Haber, seamos francos… ¿Quién en algún momento de su fenomenal vida no tuvo que decir adiós y se sintió terrible? Si alguien levanta la mano para afirmar que no es así...ahora mismo le cae un taconazo.
Pero bueno, por sobre todo está el valor que debemos tener para poder decir “Adiós”
Haber, empecemos a hablar de nuestro poco aliado “Adiós” – Sobretodo cuando lo expresas al mirar a los ojos a alguien que te dio tanta felicidad – ese, ¡si que duele!
Y de esos “adiositos” hay de muchos tipos;

-          Están los que sin ningún reparo, sueltan su popular “un comercial y regreso”... me refiero a esos – que cuando supuestamente todo va bien – tienen ganas de pedir “tiempo fuera” y no vuelven más. No hay un mensaje, un chat online o alguno de esos secretitos que a veces son tan útiles para mantener un alejamiento amistoso.

Luego te enteras que aquel tiempo que le diste sólo sirvió para que conociera mejor a su nueva conquista. Entonces se te cruza en el camino y esperando una explicación, sientes que es el momento preciso para decir “Adiós” – empieza a defenderse, excusarse – tú esperabas un “lo siento, discúlpame, deseo que seas feliz”. Aquí es donde entra a tallar tu amor propio y lo miras directito a los ojos y tomándote tu tiempo, pronuncias cada letra – le dices “Adiós” – volteas y sin ninguna pena por el susodicho que pierde a un mujerón, te vas. Te das cuenta que las ganas de aniquilarlo, simplemente desaparecieron.

-          Hay otros que sin ganas de poner una música romanticona, te miran a la cara, abrazan, sueltan, vuelven a abrazar, te vuelven a soltar... ¡Caray!- ¡Para! se agachan y dicen “no eres tú - soy yo”. El “adiós” aparece al instante y tú te quedas pensando en – ¿cuándo se fue de nuestras manos “el amor”? ¿fui yo? ¿Por qué no me di cuenta? ¿Así de fácil caserito?– sonríes para no desplomarte de la pena y das a entender que no pasa nada...la vida sigue. Ese “adiós” es algo confuso, porque te deja con tantas preguntas.
-          De pronto se me viene a la mente otro tipo de decir “adiós”, ese que después de tanto tiempo de amor, nada es igual, ambos cambian y ya sólo hay “cariño”, no dan para más – mientras los dos recuerdan tantas cosas que llevaron a concretar una relación, se permiten entender que se acabó – simplemente es momento de dejar ir y partir. Todo termina, entre abrazos y sonrisas dices “Adiós”. Pasa el tiempo y encuentras a esa persona y la vez como alguien especial, a la que siempre guardarás en el corazón, no hay reclamos y eres feliz de saber que es feliz...no hay problema.
Pero si confesamos, eso es por parte de ellos... ¿qué hay con nosotras? Al igual que ellos, nosotras también tenemos esos arranques de chibolas, “maduras” y coquetonas para decir “Adiós”.
 
-          Recuerdo que hubo un “adiós “ que me lastimó tanto como a él...con el dolor de nuestros corazones, nos despedimos y partimos a un viaje de “la vida continua”...supimos que el amor reciclado no es algo bueno (pero ese es otro tema). Y entonces “Adiós”. Ahora, tenemos mejor relación – somos amigos.

-          También está el “adiós” de la chata erótica, sí ese “adiós” que pasado unos días se convierte en agarre mientras busca y caza un nuevo amor. Este te acarrea problemas, habladurías, miradas de desprecio.

-          El “adiós infeliz”, ese es el de una arpía, sin reparo ni remordimientos...si no lo quieres más, no más – así de fácil – pero que termina siendo doloroso para el susodicho. Mientras que para aquellas, con dos lagrimas (una en cada ojo), volteas y dejas que se corte lo que quiera.

Y tantos “adiositos” que podemos mencionar...hay de todos los gustos y sabores.

Pero hay uno que es insoportable, ese que como un trago amargo tienes que empujarte hasta la última gota. No lo veo como un “adiós”- mejor dicho – no quisiera que sea un adiós, sino un “volveré” “no me voy” “te quiero conmigo siempre” (mucho perdir)
Eso eso eso (como diría el chavo), estoy a punto de pasar por ese “adiós”, en unos días tendré que despedirme y cerrar mi puerta.
. No hay opción de mirar atrás
. No hay regreso
. No más sentimentalismo
. No más palabras

. No más de otros detalles...

¿Cómo se siente? ¡Uuff!, para ser sincera me duele tanto tener que enfrentar esa despedida...
En este caso, te sientes tan débil, triste, apenada...pero en algo  somos expertas – siempre vemos las cosas por el lado amable.
Alguien me dijo, no recordar lo que queda sino lo que se lleva...en su caso. En mi caso, lo que queda es realmente encantador.
Dije una vez que no me gusta guardar recuerdos, pero sí mencionarlos; me quedo con:
-          Su silencio al entender el mío
-          Sencillez en aquella personalidad que sorprende
-          Experiencia al manejar cada instante
-          Diversión en cada encuentro
-          Sus besos, intensamente recordables
-          Sus caricias cada una más encantadora que la otra
-          Las sensaciones y deseos que despertó en mi
-          Sonrisas, una mezcla de dominio y gusto por la vida
-          Y tantas palabras...
No quiero que te vayas – quisiera más que un “adiós” un silencioso murmullo - “volveré”.
¿Por qué?, ¿Por qué la vida es tan complicada?

Si tan sólo aquellos “adiositos” fueran simples...como aquellos que se ilustran en miles de películas y telenovelas – esos que con un vaso de “wisky bien añejo” en la mano, te olvidas de la despedida dolorosa o con un par de “tequilitas” moqueas en el hombro de tu amiga y al día siguiente o volvió porque no quiere dejarte (o sea el guionista cambio de opinión) o simplemente no duele tanto como crees- ¡aish!

Pero es más tranca que nunca, es tan triste...sólo te queda las ganas de tomar unas pastillitas de “chiquitolina” (mismo chapulín, ¡help me Chapu!) y meterte en su equipaje y cuando haya llegado a su destino - ¡Tatan! Acá estoy y viviremos felices por siempre – Pero naaa...es imposible.
Por último, sólo te queda recibir aquel baúl de recuerdos que se quedará a tu lado – con la sencilla razón – decirte: “sé lo que sentiste la vez pasada”.


2 comentarios:

  1. Para mi decir Adiós es algo fácil... según lo que cuentas al final, te dolió mucho una despedida en especial, no?
    Escribes lindo... espero que sigas con la historia de ese "Adiós"
    Saludos.

    Ro.

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  2. Oh ! Gracias Ro. De por sí las despedidas son tristes... la que cuento en este post fue una muy especial - eso marca la diferencia.
    Sí, seguramente seguiré hablando de ese "Adiós"... gracias por leer.
    Saludos.

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