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jueves, abril 08, 2010

REENCUENTRO DE EX’S... tú me terminaste, ya !


Nos encontramos, sin ningún arreglito…

Ha pasado mucho tiempo y lo recuerdo como si fuera ayer,
Un momento de alegría que nos unió en una historia, simple, corta pero de un lindo recuerdo.
Nos volvimos a ver después de 3 años con éste, de no saber nada de nosotros, después de enterarnos algo el uno del otro por las redes sociales que manejamos, yo más que él.
Él con una vida hecha en un plano de su vida y en busca de, por el otro… al final con más responsabilidades, más maduro y con un amor eterno en su vida.
Yo, se podría decir que para él más bonita, siempre sonriente, soltera y con algunos planes por delante, (espero que sí)
Me emocioné al verlo, era extraño ese reencuentro… no lo había visto hace mucho y me trajeron a la mente la forma como nos conocimos y mantuvimos una relación de poco tiempo.
Él como siempre con sus bromas pesadas de cómo, según él, me hizo caso… a decir verdad fue éste el que me rogó que le hiciera el favor.
Al final, estábamos contentos de volver a vernos…
Hubo tiempo de hablar de cosas que no quedaron claras, pues después de terminar ambos desaparecimos de nuestro circulo amical.
Una noche mientras compartíamos acontecimientos reanimantes, entramos en confianza nuevamente.
Tuve la osadía de preguntarle si me fue infiel, por algunos comentarios y sucesos que me hicieron dudar de su amor.
Empezamos por recordar la forma como estuvimos…
Una tarde de fútbol masculino, verme sentada como una extraña en la gradería del campo, revisando algunos libros y claro según él… me hizo el favor de ser el primero en hablarme… fue algo tonto, pues se acercó en un descanso y opinó acerca de lo que leía… entonces no se movía – hasta que le respondí y no dejó de hablar.
Luego los encuentros en la biblioteca, coincidencias de la vida, la ayuda en algunos trabajos, compuestos por opiniones de terceros… y así empezó la amistad que duró un buen tiempo.
Pero entonces llegó el momento exacto para cambiar esa amistad…
La emoción por un evento nocturno, luego el paseo con algunos amigos que aún estaban con nosotros y que se despidieron al saber que tocaban violín...
Entonces solos al fin, a mi ya me gustaba o por lo menos eso sentía cuando lo veía…a él, desde luego que también… lo veía en su mirada, no soy fea.
Me pidió sentarnos para conversar, la clásica telenovela de la declaración amorosa y los nervios por la respuesta.
Empezó por;
Desde que te conocí… lalalalalala… y terminó por; Me gustaría que me dieras una oportunidad… ¿quieres estar conmigo?
Estaba nervioso, hasta más no poder… según él, ahora, porque era la primera a la que se había declarado como se debe.
La respuesta de un SÍ… le puso en las nubes, pudo al fin besarme… caminar de la mano, hablarnos siempre, mensajes cuando no nos veíamos (algo que sucedió constantemente)
En fin, detalles que terminaron por pedirnos tiempo.
Ahí el detalle… él me pedía tiempo para nosotros y, yo pensé que no quería más nada conmigo… y según él, terminé la relación.
Volviendo al reencuentro, nos reíamos al descubrir lo que hizo que termináramos, ambos habíamos malinterpretado la situación…
Cosas aquellas… entonces sólo atinamos a reír de aquel suceso que terminó con nuestro pequeño tiempo juntos...
Muy aparte de todo lo que pasó, pude sentir una linda compañía al encontrarlo, no dude en abrazarlo y sentirlo tan cercano.
A ambos, espero yo, nos gustó aquel encuentro.
Encontré más que un amigo, un sentimiento guardadito, muy querido… él está bien, ocupado, con una responsabilidad grande que hizo que cambiara algunos desordenes en su vida.
Me dió gusto encontrarlo y, si en algún momento lee esto, sabrá que hablo de él, pues sólo él puede identificar esa alegría al describirlo.
Es alguien especial, lo sabe… y aunque el tiempo no nos unió nuevamente o terminó por separarnos, sabemos que nos tenemos.
Que estoy y está a pesar de todo.
No siempre la vida es injusta, te da sorpresas que te alegran, te da hombres que no específicamente son pobres hombres… son valiosos y que marcarán tu vida, como él… te da gente que nunca dejarán de ser parte tuya, pues siempre necesitarás recordarlos para saber que existen diferencias.
Pido a Dios que lo bendiga muchísimo… lo quiero y nunca lo voy a olvidar.
Sé que donde estés, me recuerdas y me quieres también, te agradezco por ese encuentro… fue lindo verte.

ANA Y OTRO MÁS


Entonces volvió…
Hace un tiempo que no me sentaba a escribir acerca de lo que más me gusta… aquellos pobres hombres…
  • Significaría mucho para mí sentir tu compañía nuevamente,
  • No sabes como me haces falta… Ana escuchaba aquellos susurros como simples palabras baratas que de hecho se llevó el viento.
Ella ya no aceptaba que aquello le afectara, pues estaba mejor acostumbrada al hecho de esperar a alguien que llenara aquel vacío con una hermosa sonrisa… para ella, él ya no existía.
Entonces él seguía:
  • Discúlpame si no pude comunicarme, estaba trabajando y algo estresado… pero siempre pensando en ti.
  • No trates de alejarme, juntos podremos salvar esto.
Ana sonreía mientras lo escuchaba, en parte estaba complacida por volverlo a ver, tras de ese gran amor que pretendió abandonar.
Pero algo le pedía que tomara más atención.
Entonces pudo sostenerse mientras contestaba:
  • Lo siento, estoy muy bien sin ti.
  • Mejor dejemos las cosas como están, seremos amigos con el tiempo.
Aquella simpatía no pretendía ser el final, pues los últimos días recibió muchos comentarios pidiendo una nueva oportunidad.
Es simple, aquel volvió y no pretende dejarla, ¿será que se dió cuenta de lo que perdía, será que en serio ama, será que simplemente quiere atraparme y volver a tenerme como un triunfo en aquella vidriería tan desgastada por las oportunidad perdidas? – eso se preguntaba silenciosamente, Ana.
Muy dentro de ella quería saber la verdad, pero su identidad le provocaba dejarlo ahí, en aquel abandono que ya se vivía en el ambiente… ella pensaba menos en él, desde que se fue todo cambió, volvió a sonreír con aquellos que una vez abandonó por centrarse en él y su orgullo.
Aquella Ana, estaba contenta por sentirse tan bien acompañada por nuevos chicos que despertaban en ella sensaciones de encanto, gusto… era simpatizante de muchas aventuras, estaba contenta con poder decir que estaba sola.
Despertó en algunos, aprecio, en otros amistad y, en uno cariño seguro… éste le mostró que aún había oportunidad de enamorarse en serio, contaba con la seguridad de volver a sentir amor, querían demostrarse que no todo termina cuando pierdes a alguien que amas, por la tontería del orgullo, de la infidelidad – Ana estaba contenta.
Es que a veces nosotras necesitamos un empujoncito para poder lograr lo que en mucho tiempo no podríamos.
Necesitamos tal vez una mala jugada para liberar el sentimiento de aventura y, lograr sentirnos completamente felices.
Necesitamos a otro con el mismo sentimiento, con la misma historia, entonces es ahí donde encontramos a alguien que sabrá como tratarnos, como conquistarnos.
Él esta solo, ahora Ana lo verá seguido, él volvió no a su lado ni a su vida, está cerca, pero segura de que no entrará más a su corazón.
Lo ve siempre que coinciden en algún lugar, pasa seguido, pues tienen amigos en común, ella sólo respira y sonríe.
Ha podido notar en sus ojos tristeza, ella quiere abrazarlo y besarlo por última vez para demostrarse que él ya no es para ella… pero no, sería traicionar su convicción.
Él se ve triste, pero lo ha visto a sí muchas veces y siempre a sido una jugada del destino para volverlo a considerar como algo suyo.
Quizás un poco confundido.
Pero es que los hombres no ven en nosotras alguien especial, fuerte, amante, buenas mujeres, hasta que nos pierden y saben que cada una es única, es un molde diferente, es un sentimiento distinto.
Si se enamoraron de una y la pierden nunca más la encontrarán, la verán de lejos y sonreirán por verla tan contenta con alguien que pretende hacerla feliz.
Estos pobres hombres dejan escapar lo mucho más, tal vez, de lo que se merecen.
Sin saber que lo que se va…muchas veces no vuelve.