Que no sonreía igual
Si les contara como estoy hoy, no lo podrían creer, tal vez... yo – si,la que siempre encuentra respuestas para dar – necesita una sola y nadie, esta vez, podrá ayudar.
Pensaba en qué me falta... unos dicen que sonreír un poco más, pero esta vez – de mi misma – la pregunta es, ¿Cómo? Una sencilla razón no me lo permite, es que a veces los humanos no entendemos el por qué de sonreír – yo sí – hasta hace poco, estaba sonriendo con más frecuencia, hoy sólo pienso en como volver a “sonreír”.
No podría decir aún el por qué de tantos misterios... hay algo más - ¿Cuándo sabes si tu sonrisa hace bien a alguien? – ¿Cuándo?
He conocido muchas sonrisas, yo misma tengo algunas, todas diferentes. He conocido sonrisas externas muy confortantes, otras que están escondidas y son más las que salen del corazón. He perdido tiempo encontrando algunas que pretendían estar ahí pero sólo eran reflejos instantáneos de simples agotamientos.
Una que me impactó – la que después de tanto tiempo de felicidad terminan con un suspiro y una sola palabra... de esas no me gusta mucho observar, esas sólo me confunden y me hacen llorar, tal vez porque desearía que nunca desaparezcan – pues llegaron a la última etapa de la vida.
Hace poco vi otra, una que al observar frente a él, el montaje de de su padre - cerró los ojos, tal vez tratando de recordar... yo sólo atiné a no hablar y observar aquel cuadro - que experimenta alguien al regresar el tiempo y sentir que hoy sólo existe un nombre en aquel recuerdo. No dejo de pensar en ese momento, simplemente esa sonrisa no es la misma – es de alguien que quiero mucho.
Puedo imaginar que sería de nosotros sin esas sonrisas... tal vez seríamos tan vacios.
· Para los que no les gusta sonreír, estarían muertos – pues para ellos vivir, significa “no dar, sino recibir una sonrisa” – estarían “fritos”
· Para los amantes de reír hasta llorar – sería quitarles el aliento, no respirar – pues ellos son los que ponen el audio en un silencio acosador.
· Para los amantes de las sonrisas a medias – sería no captar la idea – no entenderse, no asimilar aquel miedo que les da no abrir los labios. Pequeños “maniquíes”
· Para los que con una sonrisa hallan más que reconciliaciones – no existiría el amor – perderían las ganas de pelearse y no sentir lo “rico” que es sonreírle a alguien y recibir a cambio un abrazo que se convierte en sensaciones de deseo.
· Para los patanes – sería un alivio tal vez – pero a la larga verían sus errores, se manifestarían y morirían de la angustia al no recibir de “agradecimiento (por tanta “sinceridad”) una sonrisa... de los labios de alguien que acaba de caer en su juego, pero por sobretodo sería su cambio natural al descubrir lo angelical que puede ser convertirse en una inspiración.
· Para los ancianos – sería no vivir más – no dejar ningún recuerdo, no saber si en algún momento recordarán su nombre.
· Para una madre – sería terminar su rol en este mundo – no más sonrisas, no más confortabilidad, no más alegría, no más “levántate que eres el mejor”, no más ánimos, no más nada...
· Para un padre – sería no ser llamado de la manera más “maravillosa” – papá
· Para los enamorados – sería quitarles la sorpresa – quitarles el sabor del amor, despojarlos de sus momentos, de sus tiempos de sentir.
Pero ¿que significaría todo eso para mí?
Sería experimentar mi falta de confianza, no mostrar nerviosismo ante detalles que estoy viviendo, no decirle con un gesto (sonrisa) lo que me hace sentir y lo feliz que soy, no conquistar a alguien, no tener amigos, no calmar tensiones, no sentirme bien, y tantas cosas más.
Por algo tenemos la sonrisa, por algo llegamos al lugar específico donde la necesitan y por algo abrimos un poquito más los labios – lo que sé es que algo tiene esa palabra, que hace sentir escalofríos, gusto, alegría, etc. – la pregunta es; ¿Qué tipo de antídoto tiene “tú sonrisa”?
En conclusión, vive la vida y no dejes que la vida te viva, sabias palabras de una arpía como Susy Díaz... Ahora, yo diría “sonríe y no dejes que la vida te quite la sonrisa”. He dicho.
P.D. Para las(os) que no deseen seguir este sabio consejo, está la otra alternativa; “deja que alguien te quite la sonrisa y permite que otros te la devuelvan”
Habrá infinitas veces en las que tengas que pasar por la última alternativa... pero nada deja de ser, tú sigues ahí y tu sonrisa solo tendrá que defenderse.
Por cierto, el consejo de la conclusión no lo escribí yo, fue una buena aportación de alguien que no sonríe frecuentemente y que al verme sin palabras ante una conclusión, se le ocurrió dejar su firma. (Thank you Li) – Además de ser y no sé hasta cuando, el personaje de algunos post – ¡¿Me entienden?!
Entonces duermo con una sonrisa... Merry me
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