
Dejamos un año lleno de cosas importantes, desilusiones, consecuencias, temores, problemas, etc.
Pero por fin pasó…
Desearía decir que el año que pasó fue bueno, pero realmente fue uno de los que menos quiero acordarme.
Fue un año que lloré como nunca, tuve las peores desilusiones, afronté algunos problemas y decidí no de la mejor manera, y las consecuencias tal vez las vea este nuevo año… pero no todo fue atroz, conocí buenas personas, la amistad creció más con algunos, decidí entrar en una relación que de un momento a otro soñaba con ser la mejor y reunir las condiciones necesarias para ser felices, pero no fue así, después de todo supimos que no podía dejar de ser solo una amiga y que no amaba como debía.
Fue un año de nuevas experiencias, reconocimientos importantes… descubrir cosas que luego no entiendes por qué pasaron, dejar atrás algunos momentos, los cuales lastima cada vez que los recuerdas, y si los tienes escondidos en ti sería encubrir el pasado y no vivir el presente.
Un año solitario, no tener a papá junto a nosotras… pero saber que donde esté nos adora como a nadie en el mundo. Disfrutar de mamá y de sus consejos, algunos molestosos ataques de histeria con respecto a nuestras salidas, pero en definitiva a una de las mejores madres, preocupada y amorosa.
Las hermanas, que nunca faltarán, con sus arranques de capricho, otra con su crecimiento apresurado, al fin y al cabo buenas hermanas, siempre dispuestas a ponerse de mi lado cuando me sentía morir... y por otro lado, juzgarme hasta más no poder cuando quería demostrar lo feminista que puedo ser, como mecanismo de defensa ante la desilusión.
Las tristezas que no faltan, las lagrimas que se volvieron relieve cada vez que podía notar la indiferencia de alguien al que entregué el corazón, al que no olvido aún… las muchas sonrisas al sentir su acercamiento.
La indiferencia al encuentro con el pasado, al ver aquel que en algún momento fue una persona especial… y que ahora tiene todo mi cariño.
Fue un año de demostración cumplida profesionalmente, estoy satisfecha con lo que inicié…
Y entonces muchísimas cosas buenas, malas, indiferentes, problemas con consecuencias, otros que vendrán, amistades, caprichos, lágrimas, buenos momentos, sueños, ilusiones, personas hermosas, viajes, desilusiones, soñar con una familia, con hijos, luego pensar en que no hay nada de eso si no hay un cambio en la manera de ver las cosas y a las personas, días de dormilona fatal, noches de películas indefinidas, cines interminables, citas que terminaron en un desastre, otras que acabaron en buenas amistades y finalmente pocas que terminaron en un precioso presente, luego salidas con aquellas personas importantes en mi vida, juegos en los que perder o ganar es lo definido pero la emoción es un infinito… realmente muchas cosas en un año, algunas mencionadas y por último otras que se quedarán para mi, muy dentro del corazón, del que no saldrán tal vez nunca más… serán mías y de nadie más.
Entonces es el momento en que empieza uno nuevo, nuevos días, nuevos acontecimientos… sorpresas que no comprenderemos, lugares que se atreverán a reclamarnos…viajes que nos harán madurar y pensar en la importancia de un territorio al que puedes reclamar como tuyo, te dirán lo importantes que es la familia, los amigos, pero te convencerán que es bueno conocer de todo un poco, conocer nuevas experiencias y entonces llenos de miedo trataremos de explicarnos y convencernos que por algo es que pasan las cosas y por algo regresamos…
Tengo en mente muchos sueños, muchas expectativas, muchas citas por disfrutar… ahora el corazón lo tengo muy poco convencido que olvidará pues siento aquel sentimiento que enfrento todos los días, aún lo veo y entiendo lo difícil que será olvidarlo.
Pero empieza un nuevo año y no quiero quedarme en el recuerdo… soy una grandiosa mujer, soy hermosa, valiosa, impaciente tal vez pero en definitiva una gran mujer.
Eso es lo que somos, lo que valemos es infinito… empieza un año nuevo para nosotras, solo nosotras decidimos como es que queremos que nos vaya… soñemos, no paremos de hacerlo.
Empecemos demostrándonos lo que somos, lo que debemos olvidar, lo que debemos de temer y lo que venceremos…
Entonces, bienvenido 2010… bienvenida nueva mujer.
Y para ustedes, mis pobres hombres, les deseo lo mejor y no porque no tenga que decirles, sino que lo estuve diciendo en cada escrito… son lo que demuestran y los amamos por lo bueno que pueden demostrar ser con cualquiera o no con alguien específicamente… deseo que sea un año donde encuentren un cambio, un amor incondicional, un respeto poderoso que consiga una sonrisa sincera, un logro en todo sentido… deseo que siempre sean esos bellos hombres a los que necesitemos para querer… sólo por esta vez lo diré.
Bienvenidos a nuevo año de mujeres poderosas y victoriosas… y bienvenidos pobres hombres de los que no dejaré de hablar…
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